Si el escenario catastrófico que pronosticó el Dr. Frankenstein se daría cuando llegáramos a las 60.000 defunciones, como se le puede llamar al que tenemos hoy en día y que este ha rebasado con creces los 120.000 muertitos y que seguirá aumentando y enlutando hogares mexicanos a lo largo y ancho del territorio nacional, ya que se tiene la escandalosa cifra de 1,350,079 de casos confirmados, Un millón trescientos cincuenta mil setenta y nueve casos de quienes están contagiados y de ese volumen impresionante cuantos podrán librarla, pocos, muy pocos, por algo México y su gobierno sigue siendo el País peor evaluados en todo el mundo en el trato a la pandemia del coronavirus y mucho de ello tiene que ver con la pésima estrategia que instrumento el Presidente López Obrador y su científico Hugo López Gatell al cual hizo responsable porque es el que sabe, pero que está visto que no sabe y su papel se ha reducido a tan solo dar cifras y más cifras las cuales por cierto no le cuadran, se le hizo bolas el engrudo al epidemiólogo y ahora hace responsable de su fracaso a los periodistas, a los medios de comunicación, a los gobernadores a los funcionarios que no comparten sus medidas absurdas, como el que para que usar cubrebocas, si no tiene ninguna función, pero que en todas las Naciones, las más ricas del mundo, en todo el orbe sus Presidentes, Primeros Ministros, todos los gobernantes y sus habitantes utilizan el cubre bocas, para que hacer pruebas decía el Dr. Frankenstein si no sirven de nada, para después contradecirse y decir que siempre sí, hay que realizarlas, es el Rey de las contradicciones, cuya ineptitud y falta de capacidad se siguen premiando, nada halagador es el escenario de salud, cuando ya tenemos a todos los hospitales de la CDMX colapsados, en donde ya no hay camas para seguir atendiendo a tantos contagiados de covid-19, en donde las autoridades capitalinas tomaron la decisión de regresar al semáforo rojo e insisten a que la población se quede en Casa, lo que si hay que reconocerle al Rockstar es su prontitud para estar donde no debe de estar, como sucedió en el aeropuerto de la CDMX en donde se dio cita medio gabinete para recibir la risible cantidad de 3000 vacunas, cuando se esperaban 125, mil pero había que estar en el acto histórico, sin ser invitado por supuesto que no se le concedió el uso de la palabra al Dr. Frankenstein el cual por cierto ha causado más estragos que resultados, calladito se vio muy bien el señor López Gatell el cual por cierto si llevaba puesto el cubre bocas, 3000 vacunas que solo servirán para 3000 gentes de los 80 millones que las necesitan, cuando menos, si tan solo hubiera estado solo el Canciller Ebrard en el Aeropuerto hubiera sido suficiente su labor para adquirir las vacunas ha sido determinante, podemos decir que es el único funcionario que se merece las palmas, nos vemos
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