Rebeca Marín
Los niveles de morosidad no presentan actualmente señales de alerta, y es un tema que se sigue muy de cerca, pero las autoridades financieras y las instituciones bancarias en el país trabajan en una tercera etapa de los programas de reestructura.
Juan Pablo Graf, presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), indicó a El Financiero que luego de los dos programas de facilidades regulatorias que se pusieron en marcha en este año, ya se trabaja con la banca en un tercer esquema de cambios regulatorios.
El primer programa fue en marzo para que las instituciones del sector financiero pudieran diferir los pagos de sus clientes, y el segundo, lanzado hace dos meses, fue para reestructuras de créditos.
"Estamos trabajando con la banca en una tercera vertiente de estos programas de reestructura, que llamamos programas institucionales de reestructuras, y éstos consisten en que las propias entidades lleven a cabo las reestructuras, como ellos lo planteen, de manera semejante a las reestructuras que propone la CNBV, y gracias a esto los clientes se beneficien", dijo en entrevista.
Lo que se busca en esta tercera etapa es que los bancos cuenten con programas de reestructura más personalizados.
El funcionario destacó que los programas de apoyo buscan incrementar de manera importante la probabilidad de pago de los créditos por parte de los clientes, y en consecuencia, una disminución en el incumplimiento.
Sin embargo, indicó que por cuestiones operativas, para algunas instituciones bancarias fue difícil operar los programas de reestructuras conforme a los lineamientos emitidos, en los que se otorgaron facilidades regulatorias.
"Los estímulos regulatorios acompañan este tipo de reestructuras, con menores requerimientos de reservas crediticias para la pérdida esperada y requerimientos de capital para la pérdida no esperada; entonces dentro de este marco, las instituciones se pueden acoger a esto, pero algunos bancos no lo van a poder hacer y entonces estamos trabajando en una tercera vertiente de estos", indicó Graf Noriega.
El titular de la CNBV destacó que se da un seguimiento puntual sobre la labor de reestructuración que están realizando los bancos y sobre la evolución de la cartera crediticia, para asegurarse que "tengamos un sistema muy sólido, muy fuerte y vayamos viendo cómo los bancos están apoyando las actividades productivas".
De acuerdo con datos de la Asociación de Bancos de México (ABM), el programa de diferimiento de pagos de capital e intereses benefició a 9.1 millones de créditos, que en total sumaron un monto de 1.1 billones de pesos.
En la segunda etapa el monto de los créditos en reestructura sumaron 90 mil millones de pesos hasta octubre, que han beneficiado a los clientes con nuevas condiciones crediticias, que implican un menor pago mensual y mayor plazo, que les permite tener una mayor liquidez para afrontar la actual crisis.
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