Redacción
La Contraloría General de la Ciudad de México, encabezada por Juan José Serrano Mendoza, ex abogado de las víctimas del Colegio Rébsamen, no ha podido auditar a las alcaldías y áreas centrales de gobierno en el ejercicio de Miguel Ángel Mancera.
El pretexto, la pandemia de Covid 19, pero en el fondo destaca, la inexperiencia de sus funcionarios, así como los resabios y los funcionarios de la vieja administración.
Brenda Emoé Terán dirección General de Coordinación de Órganos Internos de Control Sectorial, abogada por Lasalle y maestra por en Asesoría Fiscal para Empresas por el Instituto de Empresa (Madrid, España), detenta el cargo sin experiencia alguna.
Estuvo el gobierno de Enrique Peña Nieto como subadministradora de Verificación de Hidrocarburos en el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y ahora se incrustó en el Gobierno de la CDMX.
Luis Hernández Pérez, titular del Órgano Interno de Control en la Secretaría de la Contraloría Genera, siendo ingeniero ocupa el cargo que exige cédula de Contaduría y Derecho, así como "certificación profesional en materias específicas de la función (auditoría, responsabilidades, evaluación, control obtenida dentro de los 5 años posteriores a la postulación)".
Alma Patricia Sam Carvajal está al frente del Órgano Interno de Control en la Alcaldía de Cuajimalpa, entre sus méritos destaca el haber sido compañera universitaria del secretario de la Contraloría, Sam Carvajal.
Carece de experiencia en áreas de auditoría. Es maestra en Administración Pública por la Universidad de España y México.
Otro ex compañero universitario, es Francisco Flores González, quien se desempeña como titular del Órgano Interno de Control de la Secretaría de Seguridad Ciudadana. Su último curso de actualización data de 2005 y solo tiene como experiencia laboral un cargo en el Grupo Accses.
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