Rebeca Marín
La recaudación federal participable (RFP) es el conjunto de recursos que percibe la federación por concepto de impuestos federales, derechos de minería y una parte de los ingresos petroleros provenientes del Fondo Mexicano del Petróleo. Dicha bolsa de recursos es de suma relevancia para estados y municipios, ya que de ella se desprenden los principales fondos de participaciones que les transfiere la federación.
El monto de la RFP está sujeto a las variaciones de la economía nacional e internacional y, como consecuencia, los recursos que reciben los estados y municipios también varían.
Para el primer semestre de 2020, la RFP recaudó 230 mil millones de pesos, según datos de Hacienda. Esto representa una caída de 15% frente al mismo periodo de 2019. En este semestre, los ingresos de la RFP se pueden separa de la siguiente manera:
222 mil millones de pesos por ingresos tributarios;
10 mil millones de pesos por ingresos petroleros, y
Seis mil millones de pesos por ISR en contratos y asignaciones.
Por esta baja de recaudación, las participaciones de julio fueron de 49 mil millones de pesos. De este total, el 45% de los recursos se enfocará en cinco entidades:
Estado de México (6,868 mil millones de pesos);
CDMX (5,206 mil millones de pesos);
Jalisco (3,247 mil millones de pesos);
Veracruz (3,023 mil millones de pesos), y
Nuevo León (2,285 mil millones de pesos).
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