Rebeca Marín
Ante la emergencia económica y financiera, muchas personas se están viendo en la penosa situación de no poder seguir con los pagos normales de sus créditos pendientes, ya sea por la pérdida de empleo o por la reducción de ingresos de sus negocios. Personas con tarjetas de crédito, préstamos personales con bancos y/o financieras, créditos automotrices y créditos empresariales que nunca habían faltado en uno solo de sus pagos durante su vida, ahora tienen que enfrentarse a la deuda y su respectiva cobranza.
Es completamente natural que cualquier institución financiera que vea rezagos en los pagos de sus créditos otorgados trate de cobrar las cuotas vencidas, y jamás hay que apoyar la cultura del "no pago". Sin embargo, en ocasiones, algunas personas dedicadas a las actividades de cobranza en las instituciones financieras se salen de los límites legales permitidos para realizar esta actividad a pesar de ir en contra de las mismas políticas internas de cualquier financiera o banco. Este artículo está encaminado a instruir sobre la forma adecuada de recibir una llamada o una visita de cobranza por si te enfrentas a esta situación.
Hay que estar preparado para todo, como tener papel y lápiz, además de una cámara de video en caso de ser visita (la de tu celular esta perfecta).
Anotar todo.
Pedirle al agente de cobranza que se identifique con su nombre completo y el de la financiera, banco o despacho de cobranza para el que trabaja; pide credencial y tómale una foto en caso de ser visita en tu domicilio o trabajo.
Pedir el número telefónico y la dirección de la oficina donde puedes localizarlo.
Pedir el correo electrónico y número telefónico de la unidad administrativa de la Entidad Financiera encargada de recibir las quejas por malas prácticas de cobranza.
En caso de que el agente de cobranza se niegue a darte cualquiera de estos datos y seguir este protocolo simplemente puedes explicar que puedes terminar la llamada debido a que no se identificó debidamente. En caso de ser una visita grábalo y siéntete con el derecho de educadamente no seguir con la conversación.
Si el agente de cobranza se pone grosero, te insulta o amenaza durante su visita porque no lo quisiste atender por no haberte proporcionado todos los datos, en ese momento puedes solicitar una patrulla por teléfono porque te están molestando en tu domicilio (verás cuán rápido se alejan).
Si el agente de cobranza se identifica correctamente y te proporciona todos los datos, hasta ese momento puedes dejarlo que empiece su gestión. Haber seguido correctamente el protocolo anterior te asegurara que el gestor de cobranza seguirá las reglas de un proceso legal y apegado al código de ética de la cobranza. Así, estará plenamente identificado y puede ser sancionado mediante una queja ante el Registro de Despachos de Cobranza (REDECO) de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF). Aquí te dejo el link.
Iniciando la gestión de cobranza te deberán proporcionar el monto para poder ponerte al corriente y/o el saldo total pendiente actualizado, así como el tiempo de morosidad de la deuda. Generalmente te preguntarán a qué se debe el atraso y si cuentas con el dinero para saldar o regularizar tu crédito ese mismo día.
Si no cuentas con el dinero, te ofrecerán algunas alternativas de pago si es que las hubiera y ahí ya dependerá tanto de ti, del gestor de cobranza y de las políticas del banco o financiera del que se trate al acuerdo al que se pueda llegar.
Si es una visita, te entregaran una notificación escrita y se despedirán. Trata de NUNCA firmarles un documento que no comprendas.
Ya sea que te regularices, no tengas para pagar o establezcas algún convenio, de ello se desprenderán las próximas visitas o llamadas.
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