La justificación del vicecoordinador de Morena, José Luis Rodríguez, es que tendrían oportunidad de ir avanzando en los temas que este congreso ha venido posponiendo desde hace varios meses.
Ahora resulta que en un día quieren recuperar todo el tiempo perdido en sus grillas y divisiones, sin importar que, justo en estos momentos, Claudia Sheinbaum esté pidiendo a los capitalinos evitar las aglomeraciones ante el riesgo de contagios. ¿Cuál es la prisa de un extraordinario el viernes, cuando la semana que entra inicia el periodo ordinario y podrían discutir todo lo que quieran, con el suficiente tiempo para hacerlo bien?
Si se tardan una o dos semanas más no afecta, pues el retraso —en todos los sentidos— lo traen los diputados desde que llegaron a Donceles.
Se supone que solamente tratarán tres temas y que no está incluida la intención de hacer modificaciones legales para permitir que diputados que renunciaron a sus bancadas puedan integrase a otras o formar una nueva.
Porque ésa era la intención de algunos morenos para quitar del camino al PRD, que, por ser tercera fuerza legislativa, le correspondería presidir la Junta de Coordinación Política, y por eso quieren inflar una fracción distinta para dejar fuera al sol azteca.
Se supone que los temas ya están aprobados, pero no sería la primera vez que la Mesa Directiva, que encabeza la morenista Isabela Rosales, de repente aparezca la orden del día modificada, donde se incluya el tema.
Por eso llama la atención que el PRD haya apoyado la realización del extraordinario presencial, pues sería el primer afectado.
Claro que los morenos tendrían que completar un mínimo de 44 votos y eso se ve difícil, ya que sus aliados están resentidos por los recientes ataques recibidos.
Ni modo que la petista Circe Camacho o la verde Alessandra Rojo de la Vega voten a favor de que quienes las traicionaron se queden con el control político en Donceles.
A menos que ya haya un acuerdo, que solamente los panistas no conozcan, pues son los únicos que votaron en contra del extraordinario.
Los diputados y sus asesores se tendrán que apersonar en Donceles el viernes, con el riesgo que eso conlleva, pues ya se registraron las primeras muertes por covid-19 y no sería el mejor ejemplo ante las recomendaciones de no ser irresponsables ante la pandemia.
Varios diputados han resultado infectados y no entienden, a menos de que los morenos tengan urgencia de remover al oficial mayor, Alfonso Vega, para disponer a sus anchas de millonarios negocios con el presupuesto legislativo.
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