Rebeca Marín
El flujo de remesas que envían hacia México los trabajadores que están en el exterior, sumó 3,536 millones de dólares en junio, informó el Banco de México.
Esta cifra incorpora un aumento de 11.1% respecto de los envíos registrados en el mismo mes del año pasado, y es la más alta para un mes de junio desde que Banxico comenzó a medir la llegada de remesas.
No obstante al incremento de junio a junio, el flujo mensual muestra una menor fuerza desde los 3,379 millones que enviaron los trabajadores en mayo.
Así, en los primeros seis meses del año y a pesar de la crisis por el Covid-19 y las medidas de distanciamiento social, se mantuvo una sólida entrada de remesas que suman 19,074 millones de dólares.
Estrategas de inversión de Goldman Sachs, BNP Paribás y Pantheon Macroeconomics, concuerdan en advertir que han los migrantes que ya cuentan con la ciudadanía de Estados Unidos, están compartiendo con sus familias en México, los apoyos fiscales que desplegaron allá las autoridades para transitar la crisis generada por la pandemia.
Una observación que desde mayo realizó el Gerente de Estadísticas Económicas en el Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA), Jesús Cervantes, quien explicó a El Economista que una tercera parte de los migrantes mexicanos que envían remesas, ya cuentan con la ciudadanía norteamericana.
Lo que pudo facilitarles acceso a los apoyos federales de aquel país, y a los apoyos estatales del lugar de residencia. Cheques que pudieron compartir con sus familias en México, consignó.
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