Martín Aguilar
Ayer se llevó a cabo en Palacio Nacional una conferencia de prensa para explicar la importancia del denominado Tratado de Aguas de 1944 entre México y Estados Unidos de América, que regula la administración conjunta de los ríos internacionales Colorado, Bravo y Tijuana, que abastecen de agua a los estados de la frontera norte de nuestro país.
Por parte de la Secretaría de Relaciones Exteriores, que tiene a su cargo la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) entre México y Estados Unidos, el director general para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Roberto Velasco Álvarez, explicó que en el tratado se estableció que Estados Unidos aportaría a México mil 850 millones de metros cúbicos (Mm3) de agua anuales de la cuenca del río Colorado. Por su parte, México aportaría a Estados Unidos un promedio mínimo de 431 Mm3 anuales contabilizado en ciclos de cinco años, es decir, alrededor de 2 mil 158 Mm3 quinquenales.
En su momento, la directora general de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Blanca Jiménez Cisneros, señaló que, mediante este Tratado, México recibe cuatro veces más agua de la que entrega a Estados Unidos. Adicionalmente, el Tratado permite a México flexibilidad de pago en quinquenios, mientras que el país vecino tiene una fecha de pago establecida de manera anual.
De conformidad con lo estipulado en el Tratado de Aguas de 1944 y en el Acta 234 de la CILA, México no puede incurrir en adeudos por dos quinquenios consecutivos. El ciclo 34, que concluyó el 24 de octubre de 2015, cerró con un déficit de 324.7 Mm3. Si bien este adeudo fue cubierto en el primer año del ciclo actual, el ciclo 35, que concluye 24 de octubre de 2020, no podrá cerrar con adeudos por parte de México, puntualizó Roberto Velasco Álvarez.
Los ponentes coincidieron al señalar que, a la fecha, se ha entregado a Estados Unidos un volumen de mil 672.1 Mm3 de los dos mil 158 Mm3 que se deben entregar para cerrar este ciclo sin ningún faltante. La CILA cuenta con una de red de 62 estaciones hidrométricas y 9 climatológicas distribuidas en el río Bravo, río Colorado y río Tijuana para hacer mediciones precisas sobre los volúmenes de estos ríos. Los datos generados por la red de estaciones telemétricas se pueden consultar mediante la plataforma virtual disponible en la página de internet de CILA.
Específicamente, afirmó Blanca Jiménez, para cumplir el tratado se aprovechan seis afluentes tributarios del río Bravo: el Río Conchos —el más voluminoso—, el Arroyo Las Vacas, el Río San Diego, el Río San Rodrigo, el Río Escondido y el Río Salado. Subrayó que de dichos recursos hídricos también dependen 1.2 millones de habitantes en Coahuila y Tamaulipas, por lo que es fundamental compartir el recurso.
Sin embargo, no hay posibilidad de prorrogar el pago en espera del ciclo agrícola y la época de lluvias, toda vez que el ciclo anterior cerró con faltante. Adicionalmente, si bien a raíz de la presencia del huracán Hanna, se generó una gran expectativa sobre la humedad que podría ingresar a las presas Internacionales La Amistad y Falcón, por la trayectoria del huracán, esto no ocurrió en las cantidades esperadas, puntualizó Velasco Álvarez.
Además, llevar el agua de México a Estados Unidos de América es un proceso tardado tanto por la distancia como por la capacidad de desfogue de cada embalse. Por ejemplo, de la presa El Granero, el agua tarda un promedio de 57 horas para llegar hasta el punto de entrega; mientras que de La Boquilla tarda en promedio 5 días. De allí la urgencia de mantener abiertas las compuertas para cumplir con nuestros compromisos internacionales antes de octubre, detalló Blanca Jiménez, quien insistió que esto obliga a continuar los trasvases de manera inmediata.
Sobre la decisión de la estrategia de pago, Jiménez Cisneros informó que se toma en el Comité Nacional de Grandes Presas, el cual sesiona todos los martes a las 10 de la mañana y, desde el 1° de diciembre de 2018, se transmite en vivo, lo cual constituye uno de los principales avances en materia de transparencia.
Adicionalmente, explicó, desde diciembre pasado se comenzaron múltiples reuniones con todos los usuarios, con el objetivo de establecer acuerdos sobre el pago. Sin embargo, no se logró establecer una propuesta conjunta.
Blanca Jiménez señaló que un problema adicional es el uso irregular del agua, por lo que se trabaja en una estrategia de solución. Sin embargo, advirtió, esto es complicado debido a que implicaría cortar el suministro a algunos usuarios del mismo sector agrícola.
Finalmente, el director general para América del Norte sostuvo que se mantiene comunicación constante con los productores y los agricultores en Chihuahua así como con el gobierno del estado. "Estamos abiertos al diálogo, lo que queremos es resguardar el agua del próximo año, de los siguientes años, de las futuras generaciones y poner orden en un pendiente que se nos dejó pero queremos seguir hablando con ellos y queremos seguir buscando una solución sobre la base de que tenemos que poner orden y tenemos que cumplir con lo que tenemos que cumplir", señaló.
El Gobierno de México reitera que el compromiso de cumplir con el acuerdo internacional, sin afectar el agua concesionada para los usuarios de Chihuahua, cuyos riegos agrícolas, actuales y próximos, están garantizados.
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