Desde el interior de Morena ven a John Ackerman como doctor fake, pues el registro de su doctorado nomás no aparece por ningún lado e, incluso, exigen a la UNAM que explique cómo es que fue aceptado sin el respectivo documento.
Quien lo califica de "doctor patito" no es ningún periodista de los que Ackerman llama sicarios mediáticos. Tampoco proviene de la oposición; es denunciado por Alejandro Rojas Díaz Durán, aspirante a la dirigencia nacional de Morena.
Y es que Rojas Díaz Durán, senador suplente por ese partido y férreo defensor del lopezobradorismo, difundió ayer, en sus redes sociales, que luego de hacer una intensa búsqueda en el Registro Nacional de Profesionistas no se encontró el supuesto doctorado.
El interés de este asunto es que el doctorado es un requisito para ocupar una plaza del mayor nivel como investigador en la UNAM, por eso es que el morenista lo bautizó como "el doctor Fake Ackerman". El senador suplente exigió una investigación en serio y a fondo sobre el tema porque, según él, si el académico no demuestra que tiene ese grado estaría cometiendo fraude y daño patrimonial al erario, lo que podría representar un delito penal que amerita cárcel.
"¿Doctor Fake Ackerman, nos podrías aclarar lo de tu título patito, por favor? Me recordaste al doctor Falzati, quien renunció como secretario de Educación Pública. Tu lema no es jus semper; es mentis semper.
"Repite conmigo en español: no mentir, no robar y no traicionar al pueblo", escribió el morenista. Rojas Díaz Durán compartió una fotografía de la consulta que realizó en el portal del Registro Nacional de Profesionistas, donde, al ingresar el nombre del académico, aparece un mensaje: "no se encontraron datos de John Mill Ackerman Rose".
Seguramente el director del Programa Universitario de Estudios Sobre Democracia, Justicia y Sociedad de la UNAM explicará ampliamente esta situación, no como lo hizo con el tema de sus propiedades, que nunca explicó y sólo dijo que eran ataques. A lo mejor sí tiene título, sólo que no se acuerda en cuál de sus propiedades lo dejó.
Independientemente de que se aclare el tema, lo grave es que el académico se metió en honduras no sólo con los periodistas, sino con sus propios compañeros de Morena y hasta con catedráticos de la UNAM, que ya juntan firmas para pedir su destitución. En vía de mientras, desde el interior de Morena es calificado como "doctor patito", y eso sí debe calentar; siquiera lo hubieran llamado doctor ganso.
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