La corrupción persiste en el gobierno de la CDMX y es que alguien en el gobierno de la CDMX se está haciendo millonario o millonaria a costa del sufrimiento ciudadano por el covid-19, ¿no?
No acaba de aclararse el quemón que León Bartlett le dio a la administración de Claudia Sheinbaum por haber comprado ventiladores el doble de caros que los que él vendía ¡y vaya que eran caritos!, cuando en el Antiguo Ayuntamiento ya cayeron otra vez.
Según información pública, los Servicios de Salud de la CDMX adjudicaron el 27 de marzo un contrato por 25 millones 195 mil 200 pesos a la empresa Partners & Pérez para adquirir 4 mil tapabocas.
O sea que cada tapaboca le salió al gobierno en 6 mil 298 pesos con 80 centavos, cuando esos mismos se consiguen en internet a 160 pesos.
Hay que recordar que, cuando Bartlett fue exhibido por vender al triple de precio 20 ventiladores al IMSS de Hidalgo, no aguantó su ardor y pidió investigar a Sheinbaum por haber comprado equipo casi al doble del precio en que él lo vende.
La jefa de Gobierno intentó justificar el sobreprecio, diciendo que los equipos que su administración compró incluían insumos, capacitación y mantenimiento. De cualquier forma, se investigaría; nada pasó y alguien se embolsó 300 millones de pesitos.
Todo mundo pensaba que ya se había visto todo, pero de pronto aparece el dato de los tapabocas que no tiene ni Obama, diría el clásico. Y aquí sí ni modo que Claudia salga a decir que son más caros porque incluyen mantenimiento y capacitación para ponérselos.
Lo peor de este caso es que el gobierno compró el modelo N96, que ni siquiera los médicos conocen y que en Mercado Libre no rebasan los 160 pesos. El negocio lo hizo con la empresa Partners & Pérez, que ni página web tiene y menos domicilio fiscal acreditable.
La empresa dio dirección en la colonia Doctores, pero es mitad local y mitad casa, donde nadie los conoce.
A lo mejor hay una explicación por los exorbitantes precios pagados como parte de las compras emergentes por la pandemia en la capital, pero en apenas año y medio la 4-T ya quedó manchada por la sombra de la corrupción, y no nada más por los Bartlett.
Por el bien de ella, pero sobre todo de los ciudadanos, Sheinbaum debe aclarar este asunto y, en caso de corrupción, presentar ante el Ministerio Público al responsable.
Porque en aras de adquirir el equipo necesario para las unidades médicas ante la pandemia, alguien se está haciendo rico y despertando dudas ciudadanas sobre la honestidad de su jefa.
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