Rebeca Marín
Durante abril, la economía mexicana se puso en pausa por el confinamiento para combatir la pandemia de COVID-19. Restaurantes, bares y plazas comerciales cerraron, plantas de producción pusieron alto a las máquinas y las calles se vaciaron.
Sin embargo, la recaudación del Impuesto al Valor Agregado (IVA), que grava el consumo, se disparó 8 por ciento en abril y 16.2 por ciento en el primer cuatrimestre del año, de acuerdo con el informe mensual de finanzas públicas de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
La recaudación de IVA creció 8.3 por ciento en abril de 2020, esto comparado con el mismo mes del año pasado.
En tanto, en el lapso enero-abril de 2020, el fisco federal registraba 371 mil 660 millones de pesos por concepto de recaudación de IVA, mientras que, en el mismo periodo de 2019, el monto ascendía a 310 mil 232 millones.
¿Hubo algún milagro recaudatorio por parte del gobierno federal?
Especialistas tienen una sugerencia más simple: la fiscalización agresiva del Servicio de Administración Tributaria (SAT) y las menores devoluciones de ese impuesto.
"El fisco tiene una ofensiva importante de recaudación y está obteniendo más de los contribuyentes, incluso por métodos cuestionables", señaló Manuel Toledo, socio fundador de Proactive Tax & Legal. "Tampoco están devolviendo saldos a favor de IVA completos".
El fiscalista añadió que se han dado casos de doble tributación de IVA en importaciones de bienes a México, varios de los cuales están peleándose en tribunales, pero que por el momento el fisco registra como ingresos.
"No hace sentido que el aumento de la recaudación del IVA en abril sea por más consumo o más dinamismo de la economía", agregó. "La fiscalización y el rechazo de devoluciones son la clave".
Los ingresos tributarios se han convertido en recursos con una mayor relevancia para las finanzas públicas, sobre todo a la luz del desplome de los ingresos petroleros, cuya caída en el primer cuatrimestre del año fue de 41.2 por ciento.
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