Rebeca Marín
La crisis económica provocada por el coronavirus podría hacer que las remesas a México caigan 17% este año, las cuales se recuperarían entre 2023 y 2028, estimó BBVA México.
"Las remesas podrían tener una contracción de 17% en 2020, con lo que se ubicarían en un monto cercano a los 29,900 millones de dólares. El flujo de remesas le podría tomar más de 10 años alcanzar el monto observado en 2019, es decir, probablemente hasta 2028 se recupere un flujo anual superior a los 36 mil millones de dólares", aseveraron los autores del análisis.
El estudio realizado por Juan José Li Ng y Carlos Serrano señaló que, al considerar el escenario en el que el impacto económico en Estados Unidos de la crisis fuera superior a los efectos de la recesión financiera de 2008-2009, es posible que registren una caída acumulada de más de 21% en 2020 y 2021.
De acuerdo con el banco, debido a la recesión financiera de 2008-2009 en Estados Unidos, el flujo de remesas a México registró nueve trimestres consecutivos con caídas en términos anuales, desde el primer trimestre de 2008 al primer trimestre de 2010.
Precisamente durante este periodo, el flujo acumulado a 12 meses de las remesas presentó una contracción de 20.8%, al pasar de 26,059 millones de dólares, en diciembre de 2007, a 20,640 millones en marzo de 2010, cuando empezó a recuperarse el flujo de estos recursos a México.
En este sentido, la institución financiera expuso que fue hasta 2016, 10 años después de iniciada la caída, que las remesas a México lograron superar el monto récord que se tenía en 2007.
"Con la información actual es difícil hacer un análisis preciso para conocer cuánto tiempo les tomarían a las remesas poder recuperar un flujo cercano al recibido en 2019, es decir, un monto de 36 mil millones de dólares. Hay múltiples factores que podrían acelerar la recuperación de las remesas en menos años"
BBVA explicó que el sector de la construcción en Estados Unidos podría tener relativamente menor afectación que otras actividades económicas como los servicios, de hecho, en la recesión financiera de 2008/2009 se originó por una crisis de los bonos suprime, que afectó directamente al sector inmobiliario y de la construcción.
En el año previo, una cuarta parte de la población migrante mexicana que laboraba en ese país, tanto documentada como sin documentos, se encontraba en ese sector, que fue de los más afectados.
"Muchos migrantes mexicanos se quedaron sin empleo, otros tuvieron que aceptar empleos de medio tiempo o con baja remuneración, y quienes no pudieron resistir económicamente retornaron a México", detalló.
Sin embargo, aunque se estima que la crisis por Covid-19 podría ser más aguda, no queda claro cuál sería la afectación por sector económico, específicamente en el sector de la construcción, en donde 19.8% de los migrantes mexicanos declaró que laboraba en 2019, ya que es posible que el sector servicios sea el más afectado.
Por otra parte, las entidades federativas que más reciben remesas son Michoacán con 3,584 millones de dólares en 2019; Jalisco con 3,499 millones y Guanajuato con 3,286 millones de dólares, seguidas por Estado de México, Oaxaca, Puebla, Guerrero y Ciudad de México.
Sin embargo, los estados que más se verían afectados por una disminución en el flujo de remesas, serían aquellos en los que las remesas representan una mayor proporción de su Producto Interno Bruto (PIB), es decir, Michoacán, Oaxaca y Zacatecas, donde representaron más del 10% de su PIB.
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