Rebeca Marín
El impacto económico de la propagación del virus COVID-19 en Latinoamérica genera un contexto de incertidumbre para los emprendimientos, que sostienen no solo las finanzas de las familias sino de la región.
Estos efectos, de acuerdo con Alegra, podrían verse disminuidos con acciones impulsadas por el gobierno, sin embargo, en México, el presidente Andrés Manuel López Obrador descartó hasta el momento que vayan a darse ayudas en materia de reducción de impuestos, así como estilos fiscales para empresas en cara a la situación actual.
En este contexto, el CEO de la firma, Jorge Soto, recomendó siete acciones que podrían ayudarles a sobrellevar la crisis:
Ajustar el flujo de caja, en caso de no contar con una reserva hacer uso de los cupos que se tengan con las entidades financieras para crear una, no para utilizarla, sino para tener disponibilidad de acuerdo a cómo avance los días.
Incentivar la recolección de dinero por todos los medios, dar pronto pago, descuentos agresivos por pagos actualizados, entre otros.
Mantener el equipo intacto, esta decisión podría perjudicar a todos en el largo plazo y debe ser la última medida a tomar.
Innovar los canales de ventas, descubrir aquellos que, según la particularidad de cada negocio y la situación, están vigentes, por ejemplo la voz a voz en las redes sociales o canales digitales. Este es el momento de vender a domicilio a pesar de que reduzca porcentaje de ganancias, recibir pagos electrónicos, tener pauta en Google para conseguir una mayor visualización.
Explorar nuevos mercados, hay muchas nuevas necesidades para cubrir y de nada sirve quedarnos añorando un producto que ya nadie adquiere.
Ayudar, preocuparnos por las necesidades de otros puede ser el mejor camino e indirectamente la forma de encontrar nuevas oportunidades de mantener negocios funcionando.
Esperar, es claro es que terminará, habrá un fin a la situación. Por ello es necesario tomar medidas y precauciones con serenidad estando preparados para cuando llegue el momento de actuar.
El ejecutivo recalcó que si tomando las medidas anteriores aún no se logra mantener un equipo en el flujo de caja, se debe proceder a negociar con los proveedores la postergación de los pagos, y como último recurso valorar disminución de jornadas laborales y salarios, para asegurar la continuidad a largo plazo.
0 Comentarios