Rebeca Marín
Especialistas proyectaron que la medida que se aplicó desde el 1 de enero de 2020, que hace que las compras que se realicen con tarjeta de débito o crédito generen una factura en automático que le llega al Servicio de Administración Tributaria (SAT), provocará que las personas opten por el uso de efectivo y/o cancelen sus plásticos.
Con esto, si la autoridad detecta que un contribuyente está gastando más de lo que reporta de ingresos, podría requerirlo por "discrepancia fiscal".
Al respecto, el SAT argumentó que las facturas instantáneas tienen la finalidad de evitar pedir un ticket para generar más tarde el comprobante fiscal, aunque especialistas señalan que en el trasfondo tendrá un fin recaudatorio.
Esto será posible ya que las tarjetas contarán con la información fiscal del contribuyente, con lo que se generará la factura de inmediato.
"Vamos a empezar a detener nuestras operaciones con plásticos, se va a empezar a mover otra vez el flujo de efectivo", dijo Hamlet González, especialista en temas fiscales.
"Va a haber muchísimas cancelaciones de tarjetas de crédito y débito".
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