Líderes Políticos/Pensiones y las banalidades de AMLO

Marzo 03/20

                   LÍDERES POLÍTICOS

 

                Jesús Belmont Vázquez

 

Pensiones y las banalidades de AMLO

 

Congreso de la Unión.- Como jefe de Estado, el presidente López Obrador ha actuado con negligencia e irresponsabilidad. Entre sus ocurrencias como la rifa del avión presidencial y el combate a la corrupción con frases como "fuchi caca", se ha olvidado de atender problemas torales como el sistema de pensiones, poniendo a los trabajadores al borde de la pobreza extrema al momento de su retiro, toda vez que solamente recibirán el equivalente al 30 por ciento de su último sueldo.

Si durante este año no se logra una reforma (lo cual es casi seguro), las perspectivas para los trabajadores serán catastróficas al grado de que podrían darse movimientos sociales como los que se vivieron en Chile a finales del año pasado.

A partir de 2021 se retirarán bajo el esquema de las Afores alrededor de 80 mil personas por año, las cuales en su mayoría recibirán una negativa de pensión o, en su defecto, obtendrán una mensualidad que será insuficiente para una vejez digna.

Durante el segundo semestre de este año, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público presentará un borrador sobre reformas al sistema pensionario, el cual deberá ser del conocimiento del IMSS, ISSSTE, así como de los actores económicos, políticos, sindicales y sociales para después ingresarse al Congreso para su análisis y aprobación, lo que significa que difícilmente podrá concretarse este año.

La desidia y desinterés del gobierno de la 4T afectará a los empleados que se pensionen a partir del año próximo.

Las pensiones en México llevarán a miles de personas a una situación de pobreza al no implementarse a tiempo una reforma que incremente el ahorro para el retiro e impulse las aportaciones voluntarias en las Afores.                              

De las naciones que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México es el país que tiene la cobertura más baja en el sistema de pensiones, pues sólo 33 por ciento de su población cotiza en la seguridad social.

En Holanda, 100 por ciento de la población tiene seguridad social, mientras que en Chile se tiene una cobertura de 40 por ciento.

En medio de la gravedad que enfrenta el sistema pensionario, el presidente López Obrador se ha negado a atender la problemática de manera urgente y directa, centrando su agenda en ocurrencias y banalidades como la venta, rifa, no rifa del avión presidencial, sus mensajes evangélicos a los criminales de "pórtense bien" y su discurso anticorrupción de "fuchi caca".

Apenas el pasado 17 de febrero, después de un año y dos meses de mandato, abordó el tema durante una reunión con dirigentes sindicales donde se comprometió a buscar, en conjunto con los empresarios y sindicatos, una solución al problema de las pensiones de los trabajadores.

Como ya se ha vuelto costumbre culpar a los anteriores gobiernos de los problemas que padece su administración, AMLO señaló que las reformas que se llevaron a cabo en el periodo neoliberal van a afectar las pensiones de la gente que después de trabajar años van a recibir apenas el 30 por ciento de su salario.

En opinión del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), México debe considerar como una alerta lo que sucedió en Chile a fines de 2019 ante la inconformidad de las pensiones que reciben los trabajadores del país andino, ya que están percibiendo menos de 50 por ciento de su último salario, cantidad insuficiente para mantener una vida digna en la vejez.

En el caso de México, existe un grave problema con las pensiones que reciban los trabajadores de la generación de transición (Ley del IMSS de 1973) y los que están dentro del esquema de las administradoras de fondos de ahorro para el retiro las llamadas Afores, que inició en julio de 1997, ya que serán desiguales y generarán una crisis social en el país.

Las pensiones serán muy bajas para los que coticen con la nueva ley. En el 2030, cuando se empiecen a jubilar se van a dar cuenta de que las condiciones cambiaron radicalmente.

El problema empeora cuando se analiza la informalidad laboral, ya que poco más de 50 por ciento de la población que se encuentra en esta situación no ahorra para su retiro, por lo que no tendrán recursos para vivir durante su vejez.

El problema es el costo social que se tendrá que pagar por los trabajadores que no están afiliados al IMSS o al ISSSTE.

Las estadísticas refieren que seis de cada 10 personas son informales, y a través de los impuestos se les tendrá que pagar, aunque sea una pensión mínima garantizada, lo que significa que se deberán absorber recursos del erario público para pagar pensiones de personas que nunca cotizaron.

Este panorama se ve sumamente complejo ante un gobierno caracterizado por una austeridad irracional, el escenario económico desfavorable y la escasa captación fiscal que limita los recursos gubernamentales.

La edad de retiro (65 años) debe ser una opción para empezar a mejorar el problema de las pensiones, pues entre más tiempo cotice una persona, tendrá un mejor ahorro para el retiro.

Si la tendencia es que la esperanza de vida va a seguir creciendo, se tiene que incrementar la edad de retiro. Además, se debe considerar que para un mexicano es muy complicado que logre trabajar 25 años en la formalidad, por lo que no podrá obtener una pensión.

Si bien para el 2021, el sistema de Afores cumple 24 años de su creación y deberían empezar a verse los primeros jubilados con este esquema, será hasta el 2030 cuando se comiencen a ver los primeros trabajadores que se pensionen por cuentas individuales.

La Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) ha hecho una serie de recomendaciones que pueden ayudar a mejorar las pensiones, tales como el ahorro voluntario, aumentar la edad de retiro y mejorar los rendimientos.

Según la Consar, más de 30 millones de mexicanos que trabajan en la informalidad no tendrán acceso a una pensión mensual durante su vejez.

Explicó que a partir del año entrante se retirarán bajo el esquema de cuentas individuales administradas por las Afore alrededor de 80 mil personas por año, las cuales, en su mayoría, recibirán una negativa de pensión o, en su defecto, obtendrán una mensualidad que será insuficiente para tener una vejez digna.

La Consar señaló que bajo el actual sistema de pensiones solamente el 26 por ciento de los jubilados reunirán el requisito de las mil 250 semanas de cotización para acceder a una pensión.

De hecho, en 2021, de los 75 mil aforados que se retiren, sólo 750 tendrá el tiempo suficiente para reclamar una pensión, es decir, aquellos que desde 1997 no han abandonado nunca del sistema formal de trabajo. De los trabajadores que obtengan una pensión, únicamente recibirán el 30 por ciento de su último salario.

El organismo dijo que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) le solicitó elaborar un diagnóstico sobre el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR), el cual debe ir acompañado de algunas propuestas de mejora o solución.

Sin embargo, Hacienda no ha informado hasta este momento qué tan profundo quiere el análisis, es decir, si debe incluir sólo el esquema de las Afore o todos los que existen en el país.

El Consejo Coordinador Empresarial elabora una reforma al Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR), en la cual el principal elemento es el incremento de 6.5 a 15 por ciento de la contribución obligatoria de los trabajadores, diferencia que sería absorbida por los dueños de las empresas.

Actualmente el trabajador da 6.5 por ciento de su salario de manera mensual a su cuenta individual para el retiro en la Afore. Esta cuota se integra de la aportación del empleado (1.125 por ciento), el patrón (5.15) y el Estado (0.225). Con la reforma, los empresarios pondrían 13.65 por ciento del total.

Otro punto importante será la disminución de mil 250 a 650 semanas de cotización para tener acceso a una pensión, lo que obviamente aumentará el número de mexicanos que se podrán pensionar.

La propuesta del CCE ha sido bien recibida por los empresarios, quienes le dieron el visto bueno, al igual que los sindicatos de trabajadores y se espera que suceda lo mismo con el gobierno, pues el aumento a la aportación obligatoria estaría a cargo de los patrones y no de los empleados.

Con el actual esquema, los mexicanos recibirán una pensión de aproximadamente 30 por ciento de su último sueldo, mientras que con el incremento a 15 por ciento de la aportación obligatoria será hasta de 70 por ciento.

En tanto, el tema de bajar las semanas de cotización de mil 250 a 650 para tener derecho a una pensión ayudará a que más personas tengan acceso. Con el esquema actual sólo 24 por ciento de aforados obtendrán una pensión, pero con el cambio, mínimo, serán 40 por ciento.

El presidente López Obrador ha actuado de manera por demás negligente ante un problema de tal envergadura, toda vez que si bien lo abordó durante la reunión con líderes sindicales afines a su gobierno, los tiempos legislativos que lleva discutir una reforma como la del sistema pensionario hacen prever que difícilmente podrá aprobarse este año, con el consecuente perjuicio para los trabajadores que tengan que jubilarse el 2021.

 

Jesus.belmontt@gmail.com

 

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