Líderes Políticos/INSABI

Marzo 09/20

                          LÍDERES POLÍTICOS

 

                            Jesús Belmont Vázquez    

                              

                                     INSABI

 

Congreso de la Unión.- Desde que comenzó a operar el Instituto para la Salud y el Bienestar (INSABI) el primero de enero pasado, todo fue caos, confusión y frustración entre los millones de pacientes que normalmente atendía el Seguro Popular, al ponerse en evidencia que resulta prácticamente imposible que el nuevo organismo atienda a todos los enfermos de manera gratuita.

Aunque el presidente López Obrador ha repetido hasta el cansancio que el INSABI será un sistema de salud universal, en los hechos eso es solamente una quimera, ya que con el presupuesto asignado para este año de 40 mil millones de pesos será inalcanzable lograr esa meta.

Expertos en el tema estiman que un sistema de salud verdaderamente universal en México costaría aproximadamente 160 mil millones de pesos anuales, cuatro veces más del presupuesto que AMLO le asignó al INSABI.

El Fondo de Protección de Gastos Catastróficos –de donde se tomaron los recursos para echar a andar el nuevo instituto-, forma parte del Sistema de Protección Social en Salud que otorgaba servicios médicos de alta especialidad a los beneficiarios del desaparecido Seguro Popular que padecen enfermedades de alto costo (en virtud de su grado de complejidad o especialidad y el nivel o frecuencia con la que ocurren), que pueden poner en riesgo su vida y su patrimonio familiar, mediante la gestión de los servicios de salud y el financiamiento de las atenciones a través de la Comisión Nacional de Protección Social en Salud.

El citado Fondo proporcionaba recursos monetarios, a través de un fideicomiso, a los prestadores de servicios acreditados y con convenios firmados de las 32 entidades federativas, para la atención de 66 enfermedades.

Ese fondo fue prácticamente saqueado y ahora se supone que sus funciones las asumirá el INSABI, pero como ya quedó demostrado, por el momento no podrá hacerlo por el simple hecho que los recursos son insuficientes para atender todas las áreas del nuevo instituto.

En pocas palabras, esos miles de pacientes con enfermedades cuyos tratamientos son excesivamente costosos, quedaron sin atención médica, a la deriva, aunque el presidente López Obrador diga que al finalizar el presente año todos los servicios serán gratuitos. La atención de las enfermedades como el cáncer, deficiencia renal, diabetes, entre muchas otras, no puede esperar y eso parece no importarle al titular del Ejecutivo federal.

Entre los cambios aprobados por el Congreso de la Unión, se planteó que al menos 40 mil millones de pesos pasarán al INSABI para diversos gastos, como los relativos a infraestructura, cuando el Fondo de Gastos Catastróficos estaba destinado a cubrir una serie de enfermedades cuya atención es sumamente costosa.

Aunque habrá un apartado para estos padecimientos y aumentará el catálogo de los mismos, todavía no está definido qué enfermedades serán las que tengan cobertura, un ejemplo más de que el gobierno de AMLO es de ocurrencias y no de estrategias.

Al respecto, el presidente López Obrador dijo que cueste lo que cueste, habrá atención y medicamentos gratuitos para las personas sin seguridad social.

Reiteró su compromiso de que en este año se consolide el INSABI, termine la corrupción y se demuestre que con los recursos económicos disponibles se logrará la gratuidad a más tardar el primero de diciembre.

Pero parte del financiamiento del INSABI parece depender de una necedad de AMLO: la venta del avión presidencial. Según el jefe del Ejecutivo, equipar los centros de salud, clínicas y hospitales del instituto costará 13 mil 083 millones de pesos, de los cuales el 19 por ciento se obtendría con la enajenación del aeronave, aunque en realidad el multicitado avión no ha sido pagado a la empresa fabricante, por lo tanto no se puede vender todavía.

En un artículo publicado en El Universal en fecha reciente, el economista y ex secretario de Hacienda, Carlos Urzúa Macías, señaló que el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) carece de "sustento normativo, financiero y operativo", del mismo modo que sucede con otras recientes políticas públicas "nacidas del mero voluntarismo".

 

Jesus.belmontt@gmail.com

               

                                         ---oo0oo---

Publicar un comentario

0 Comentarios

Soratemplates is a blogger resources site is a provider of high quality blogger template with premium looking layout and robust design