Pese a la restricción de la jefa de gobierno de Claudia Sheinbaum fue que nada de bolitas desde ayer lunes, por orden de la Junta de Coordinación Política del Congreso de la CDMX, empleados de la Oficialía Mayor tienen que trabajar para sacar las licitaciones pendientes.+
Sin importar el riesgo, el Comité de Adquisiciones fue obligado a asistir a Gante número 15 para atender el retraso que hay con lo referente a los vales de gasolina, y preparar la licitación CCM/IL/LPN/002/2020 para la limpieza integral de los inmuebles del Congreso.
Los trabajadores están más que encabritados porque los obligan a exponer su salud, y todo por dejar listos los contratos que los propios diputados han venido retrasando.
El domingo pasado, la mayoría de Morena en Donceles, encabezada por Martha Ávila, dio una conferencia de prensa para anunciar que las labores no se suspendían, contradiciendo lo que unas horas antes había anunciado la jefa de Gobierno.
Y para asegurarse de que los trabajadores no falten, le tendieron una trampa al líder sindical, Gaudencio Chávez, quien fue obligado a sentarse en el presídium para comprometerse a que habría actividades.
A Chávez lo habían invitado a platicar sobre el aumento del 5% que desde diciembre pasado se les prometió a los trabajadores y que no se les dará si se atreven a acatar la orden gubernamental de permanecer en cuarentena.
La instrucción inicial había sido enviar a todos los empleados a su casa, pero la urgencia de la mayoría de morenos por otorgar el millonario contrato de limpieza los obliga a seguir laborando, con el consecuente riesgo sanitario.
Por lo pronto, para mañana miércoles tienen que estar todos listos, pues atenderán a todos los interesados en gastar tres mil pesitos para la adquisición de las bases de la licitación.
Para el día siguiente, quienes se hayan inscrito podrán hacer un recorrido por las instalaciones del órgano legislativo, a fin de que reconozcan todas las áreas a las que habrán de dar servicio.
Para el viernes se realizará una junta de aclaración de bases, a fin de despejar todas las dudas que puedan surgir a los interesados en la firma del contrato. Y en todos esos eventos tienen que estar presentes los empleados… además de los contratistas.
Para el siguiente lunes, cuando, se supone, será la semana de más alto riesgo de contagio, tendrán que ir a la recepción y apertura de las propuestas que presenten quienes adquirieron las bases, las cuales tendrán que analizar.
Y el martes tendrán que dar el fallo definitivo para saber quién es el nuevo dueño de contrato de limpia de los inmuebles del Congreso de la Ciudad de México.
Habrá que estar muy pendientes de la empresa, pues así se podrá saber cuál es el interés de los morenos por sacar esta licitación arriesgando la salud de sus empleados que, por cierto, están muertos de miedo y amenazados de no hablar o les darán cuello.
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