Luego que apenas en diciembre pasado, la asociación civil Sociedad de Movimiento (Somos) completó 15 asambleas en igual número de alcaldías de la Ciudad de México, por lo cual quedó en condiciones de pedir su registro ante el INE como partido político local.
La ley electoral exige, al menos, once asambleas en diferentes alcaldías para que una agrupación pueda pedir su registro en la capital del país, y Somos rebasó ese número con cuatro más, pero hay un pequeño problema.
Resulta que esa agrupación es liderada por Miguel Ángel Vázquez, exfuncionario de primer nivel con Miguel Ángel Mancera y después con José Ramón Amieva, y en el actual gobierno lo ven como enemigo de la 4T.
Tan es así que, apenas dos días después de haber realizado su Asamblea Local Constitutiva, en la que participaron exdiputadas locales, como Nury Ruiz Ovando y Luisa Alpízar, del PES y del PRD, respectivamente, agentes ministeriales intentaron detener a Vázquez.
Y es que en la hoy Fiscalía de la Ciudad de México le abrieron una carpeta de investigación por el supuesto manejo fraudulento de la millonaria nómina de la capital, por lo que Claudia Sheinbaum lo quiere ver en la cárcel.
Incluso algunos de sus subalternos ya duermen en un reclusorio de la capital, y querían enjaular al propio Miguel Ángel Vázquez, sólo que éste se previno con un amparo y tuvieron que soltarlo, aunque sea de momento.
Independientemente de que deba o no cosas en su paso por el gobierno capitalino, la liberación de su orden de detención coincide con la constitución de Somos como partido local, y todo el mundo sabe que, en política, no hay coincidencias.
En los círculos morenistas se comenta que, en realidad, el pecado que le cargan a Vázquez es porque creen que fue él quien alentó a Juan Ayala, exdirigente sindical del gobierno capitalino, a manifestarse en contra de la candidatura de AMLO durante el segundo debate.
Quienes conocen de leyes aseguran que, legalmente, el exfuncionario no tendría problemas, pero que sí le pueden armar algo para mandarlo un rato a la sombra, aunque después salga.
Lo que se prevé es como un gesto de buena voluntad o de aceptación de su derrota, Vázquez se abstenga de solicitar al INE el reconocimiento como partido local de Somos, pues, aunque tenga derecho a ello, no está obligado a hacerlo.
Su única satisfacción será haber demostrado que sí podía hacerlo, aun en contra de la opinión de sus propios aliados, y no dar el siguiente paso.
Lo malo es que quienes se la jugaron con él se quedarán colgados de la brocha, y por mucho que entiendan que su líder está siendo presionado, quién sabe si se conformen o se vayan por su cuenta.
0 Comentarios