Rebeca Marín
Diciembre 30, 2019.
Aunque se prometía ser un periodo de sesiones de más reformas para mejorar las condiciones del mercado laboral, al menos así lo advirtieron los presidentes de las comisiones del Trabajo de la Cámara de Diputados, Manuel Baldenebro (PES), y del Senado de la República, Napoleón Gómez Urrutia (Morena); sin embargo, el Congreso de la Unión cerró sus actividades y en la congeladora quedaron 157 proyectos y las buenas intenciones.
Los diputados y senadores aprobaron en el primer periodo de sesiones del segundo año de la LIV legislatura sólo dos proyectos en materia laboral, el primero, al que estaban obligados por ley, fue el marco legal del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral (CFCRL), primera pieza del nuevo modelo de justicia laboral, y el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo, que reconoce los derechos de las empleadas del hogar.
Para mejores tiempos quedaron proyectos como la reglamentación del home office, el aumento de las licencias de maternidad y de paternidad, nuevas fórmulas para calcular los salarios caídos y reformas para regular el outsourcing, temas que pese a que tenían un dictamen listo, no lograron el consenso necesario para llegar al pleno de ambas cámaras.
En suma, en la congeladora legislativa de ambas cámaras del Congreso hay 157 iniciativas y cinco minutas pendientes de discutir sobre temas laborales, algunas sin analizar desde septiembre del año pasado. Una tercera de los pendientes tiene que ver con derechos laborales y reglas más claras para las relaciones entre patrones y empleados.
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