MARTIN AGUILAR
Luego que hace unos meses se diera a conocer que Bibiana Morales Durán, familiar de la procuradora capitalina, Ernestina Godoy, labora en la Secretaría de Gobierno de la CDMX y de acuerdo a la jefa de gobierno, Claudia Sheinbau, dijo que gracias a sus capacidades y su historia profesional, no por sus vínculos familiares.
Recientemente se dio a conocer que Morales Durán ocupaba un puesto cercano a la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de la CDMX, lo que podría implicar un caso de nepotismo.
Aunque en su momento fue cuestionada, la mandataria capitalina afirmó que el trabajo de la funcionaria en cuestión no depende directamente de la procuradora y aseguró que tiene los conocimientos para desempeñarse en la Secretaría de Gobierno y aunque la política de AMLO era que no se permitiría que familiares de algún funcionario trabajaría en las administraciones de Morena.
Ahora se sabe también que la esposa del senador, Martí Batres, Daniela Cordero Arenas trabaja en la Auditoría Superior de la CDMX, con un puesto medio y con un sueldo de 70 mil pesos, luego de que se diera a conocer que en la Auditoría local han sido colocadas personas vinculadas a políticos y que no cuentan con el perfil requerido ni forman parte del Servicio Profesional Fiscalizador de Carrera, siendo que Cordero Arenas tampoco cuenta con el perfil adecuado para el puesto que ocupa.
Batres defendió a capa y espada a su esposa, ya que dijo que ella tiene una licenciatura en Derecho y cursó "estudios especializados", aunque no precisó en qué disciplinas y señaló que si trabaja n la Auditoría Superior de la Ciudad de México desde mayo de 2014 y desde esa fecha, ya que según él ha desarrollado ahí su carrera profesional, además que sus decisiones profesionales, institucionales, laborales y personales son de ella y de nadie más.
No olvidemos que cuando Batres fue presidente nacional de Morena acusó a su ex partido, o sea al PRD de estar podrido y de promover la herencia del poder entre familiares, por lo cual va a perder, por lo que para para tener la lengua larga hay que tener la cola corta, y no es el caso de Batres.
En su momento el senador intento ser la caricatura de su ex jefe, Andrés Manuel López Obrador, un corruptazo igual que él, que se la pasa predicando una honestidad que jamás ha practicado y recomendando a sus seguidores heredar a sus hijos miseria antes que deshonra.
El actual presidente, López Obrador convirtió en su asesora a su actual esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, a quien pagó con dinero del pueblo 63 mil pesos mensuales sin ni siquiera ir a trabajar.
Y a su amigo y paisano Nicolás Mollinedo, el famoso Nico, le pagó del erario como si fuera piloto de Fórmula Uno y no su chofer. Eso sin contar que se trajo a toda su parentela a saquear la Dirección de Servicios Urbanos y el INVI; están los documentos.
Y cuando llegó Marcelo Ebrard a la jefatura de gobierno, se descubrió que el hijo del presidente, José Ramón López Obrador, el mayorcito de sus hijos, era aviador en la Procuraduría de Justicia del DF y manejó dineros que empresarios le metieron a la última campaña presidencial de su padre y que todos dicen que se quedó con las maletas, por lo que ahora no será novedad que si vemos algún familiar trabajar de algunos morenos que están en el gobierno, es que los reciclan como lo han hecho como los actuales alcaldes, gobernantes o presidentes municipales que la mayoría provino del Sol Azteca.
0 Comentarios