MARTIN AGUILAR
Comienza la cuenta regresiva para despedir el año y con esto se le terminó otro periodo de sesiones más al Congreso de la Ciudad de México para nombrar actores clave para la vida política de los capitalinos, al tiempo que desaprovecharon otra oportunidad para demostrarle a la ciudadanía que con la Cuarta Transformación al frente y con la mayoría en todos los poderes, las cosas funcionarían diferente.
La realidad es que Donceles se encuentra en crisis por distintos factores, pero sin duda, el mayor de ellos es el relajo que se traen los morenos con sus jaloneos internos, todo por ver qué tribu jala más agua para su molino.
El claro ejemplo es que sigue estancado el nombramiento del nuevo coordinador de bancada de Morena debido a que Valentina Batres y sus poquititos cuates siguen viendo cómo le hacen para que Rigoberto Salgado quede al frente de la bancada (sin importar su oscuro paso por Tláhuac), en lugar de José Luis Rodríguez, quien había resultado ganador en la votación interna, pero no ha sido reconocido porque el grupo de Batres prefiere agotar sus oportunidades.
No conforme con la lucha de egos, la mala organización y falta de compromiso, ha dado como resultado que leyes tan urgentes como la de planeación y la que regulará a los comerciantes y trabajadores no asalariados en vía pública sigan en la congeladora, desdeñando todas las iniciativas que se han presentado, sin importar la cantidad de leyes que estén violando ni el número de ciudadanos a los que estén afectando y defraudando.
Sin duda alguna, urge que se ponga orden en el recinto legislativo para que logren salir de una vez por todas estas leyes y nombramientos de la congeladora, en beneficio de la ciudadanía.
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