Rebeca Marín
El aumento del salario mínimo de este 2019 contribuyó a que dos millones de personas rebasaran el umbral de la pobreza, según la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami). El incremento de 88.36 a 176-76 pesos en la frontera norte y a 102.68 en el resto del país ha beneficiado a los que menos ganaban.
Con base en esos datos, el organismo defendió la necesidad de una nueva alza. En estos momentos "de desaceleración de la economía mundial, y en particular en México, es necesario un incremento para recuperar el poder adquisitivo. Es apremiante para la redistribución de la riqueza" indicó Andrés Peñaloza Méndez, presidente de la Consami.
Este jueves acudió a la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Azcapotzalco, acompañado de otros funcionarios del organismo. Participaron en el Seminario sobre política salarial en México. Ahí destacaron que el incremento no provocó inflación ni desempleo, como muchos pensaban. Al contrario, subrayaron, los beneficios han sido mayores.
"¿Por qué nos interesa tanto que el salario mínimo aumente?", preguntó Karla Neri Hernández, subdirectora de Investigación Económica de la Conasami, "porque se refleja en la forma de vida de los trabajadores y sus familias", respondió la joven.
Explicó que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) tiene un indicador llamado pobreza laboral. Imaginemos una familia de cinco integrantes, donde dos de ellos trabajan. Si el salario de ambas personas alcanza para comprar una canasta básica alimentaria para todos quiere decir que han cruzado apenas el límite de la pobreza.
Por lo tanto, en lo que va de este año la pobreza laboral disminuyó de 39.8% a 38.06% de los trabajadores, informó Neri Hernández. "Eso significa una disminución de 1.74 por ciento. No es insuficiente, implica que 2 millones de personas han salido de la pobreza" en este 2019.
La investigadora sostuvo que se puede asumir esa reducción al incremento salarial porque éste beneficia principalmente a quienes menos ganan. En México más de 11 millones de personas obtienen sólo un salario mínimo al día, tanto en el sector formal como el informal, indicó Andrés Peñaloza.
Karla Neri Hernández detalló que de esa población la mayoría son mujeres: 53.5 por ciento. Quienes consideren que es prácticamente la mitad y no la mayor parte, deben tomar en cuenta que de cada 10 trabajadores 6 son hombres. Hay menos trabajadoras en el mercado laboral y quienes están presentes se ubican en la parte más baja de la distribución salarial, "lo cual es alarmante".
Los incrementos en el salario mínimo "tienden a beneficiar a grupos menos favorecidos, como las mujeres". Pero también a los jóvenes o a grupos con poca escolaridad. Y lejos de lo que se suele pensar, los efectos no han sido negativos, insistieron Neri Hernández y Peñaloza Méndez.
Quienes procedemos de movimientos sindicales deseamos una pronta recuperación del poder adquisitivo". Pero para eso, dijo el titular de la Conasami, hay que generar acuerdos responsables con los diferentes actores: trabajadores, gobierno y empresas.
Por años, un temor para no aumentar los salarios mínimos fueron los supuestos efectos negativos en la inflación o el empleo, lamentó Peñaloza. El ritmo de creación de nuevos puestos de trabajo está disminuyendo, reconoció Karla Neri Hernández. "Pero no podemos atribuirlo al salario, la economía mexicana en general ha crecido menos", agregó.
Tampoco se ha observado un aumento de inflación. Por ejemplo, informó, en la zona libre de la frontera norte, donde los sueldos mínimos se duplicaron, la tasa se mantiene en 2 o hasta 1%, esto está por debajo del 3% el objetivo del Banco de México, indicó.
"Si no emprendemos una recuperación efectiva de los salarios no vamos a contribuir a una recuperación económica", advirtió Andrés Peñaloza. "Que se entienda que quedó atrás que sólo unas cuantas personas son las que definen los salarios mínimos. Es un referente fundamental que impacta en el resto de las remuneraciones", concluyó.
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