POR REBECA MARIN
La Asociación de Bancos de México (ABM) tiene algunas cosas que decir sobre las propuestas fiscales del Paquete Económico de 2020 y es que de acuerdo con el Presidente, Luis Niño de Rivera, las iniciativas afectarían principalmente a las personas de menos ingresos y, en segundo lugar, podrían reducir el atractivo de inversión en el país.
En primer lugar, la ABM no está de acuerdo con el aumento del impuesto al ahorro. Una de las reformas para la ley del impuesto sobre la renta (ISR) que más llamó la atención tiene que ver con la tasa de retención al ahorro. La propuesta dice que la tasa de retención debe aumentar de 1.04% 1.45%. Es decir, se propone que las instituciones financieras que paguen intereses a los ahorradores aumenten el impuesto que pagan los clientes por los intereses de sus ahorros.
Según la ABM, esto sería un aumento de 39% a la tasa de retención anual. Pero en el caso de los que ganen menos de 400 mil pesos al año, la tasa será de 48%. Esto afectará a personas de menos ingresos porque los que ganan menos de 400 mil pesos no están obligados a presentar declaración anual, por lo que no pueden deducir el impuesto.
El segundo tema que preocupa a la AMB es del límite a la deducción de intereses. La iniciativa dice que solamente podrán deducirse intereses equivalentes al 30% de la utilidad fiscal ajustada. Por otro lado, los límites empezarán a partir de los 20 millones de pesos de intereses. Es decir, este nuevo esquema solo aplicaría para cantidades mayores. Otro punto importante es que si en el ejercicio actual no se pueden deducir todos los intereses, se podrá hacer en los tres siguientes hasta agotarlos.
El problema para la AMB es que después de los tres ejercicios, el monto restante no se puede deducir de manera definitiva. Entonces, se perdería ese interés que se pagó como deducción fiscal. Al final, esto penaliza a las empresas. Esto podría ahuyentar la inversión del país.
En este sentido, la ABM dice que si la defraudación es equiparada con el crimen organizado, lo que implica la extinción de dominio, es otra forma de ahuyentar la inversión. Esto porque el contribuyente se queda sin medios de defensa ante la autoridad y porque se eliminan las garantías de propiedad, audiencia y debido proceso.
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