Septiembre 19/19
LÍDERES POLÍTICOS
Jesús Belmont Vázquez
Cuello de botella
*Migrantes, de Tamaulipas a Chiapas
*Remain in Mexico de Donald Trump
Congreso de la Unión.- La crisis migratoria que se vive en la frontera sur no tiene precedentes en la historia reciente. Las estadísticas oficiales revelan que los flujos de migrantes se han incrementado de manera exponencial, ya que de las 350 mil personas que anualmente cruzaban la región fronteriza, se estima que al finalizar el presente año el número se incrementará a alrededor de 900 mil.
La cifra representa casi una cuarta parte de la población de Chiapas.
La contención migratoria en la frontera sur es una moneda de cambio ante las amenazas del presidente estadounidense Donald Trump de aplicar aranceles a los productos mexicanos que se exporten a la Unión Americana, si nuestro país no contiene los flujos de migrantes.
Desafortunadamente, en la medida en que los centroamericanos siguen huyendo de la pobreza y la violencia en sus países de origen, las barreras protectoras en el sur de México se están convirtiendo en un verdadero cuello de botella.
En el primer semestre del año, el flujo de personas migrantes se incrementó 232 por ciento con respecto al registrado en todo 2018, pues en el referido lapso se contabilizaron 460 mil, que superan en mucho a los 138 mil 612 migrantes indocumentados que pasaron por territorio mexicano en 2018.
De acuerdo con las cifras del Instituto Nacional de Migración, de los 460 mil migrantes que ingresaron a México, se presentaron ante esa instancia 99 mil 203 y fueron devueltos a su país de origen 71 mil 110, lo que significa que al menos 389 mil indocumentados se encuentran aún en territorio mexicano.
En 2017, el número de personas presentadas por tener una situación irregular apenas fue de 93 mil 846. Un año después, Migración registró 138 mil 612 personas no documentadas, de las cuales 112 mil 367 tuvieron una deportación o un retorno asistido a sus países de origen.
Las cifras reflejan la magnitud del fenómeno migratorio que a estas alturas podemos ver que ha rebasado la capacidad de respuesta de las autoridades y que se puede palpar con la situación de emergencia que se está viviendo en la Estación Migratoria Siglo XXI de Tapachula.
El Instituto Nacional de Migración y la Secretaría de Relaciones Exteriores iniciarían un programa para documentar a migrantes africanos que les permitiera salir de Tapachula para trasladarse al sitio de México que ellos decidieran, incluso a la frontera norte, pero hasta el momento ello no ha ocurrido.
En Tapachula permanecen varados más de tres mil 500 africanos, además de haitianos, cubanos y otros miles de centroamericanos, representando un severo problema de salud pública, hacinamiento, e inseguridad que ha sobrepasado a las autoridades.
A este crítico panorama hay que sumarle la decisión del gobierno federal de que todos los migrantes que esperan respuesta de Estados Unidos a sus solicitudes de asilo y que se encuentran en los estados fronterizos del norte, sean trasladados a la frontera con Guatemala.
Este plan de enviar a los migrantes al sur ya se implementa en las ciudades de Nuevo Laredo y Matamoros, en Tamaulipas, consideradas de alto riesgo por los índices de violencia y la presencia del crimen organizado.
Según la Secretaría de Relaciones Exteriores, la oferta de transportación tiene como objeto ofrecer una alternativa más segura para aquellas personas que no desean permanecer en la frontera de México con Estados Unidos, así como desahogar la presión que sufren los albergues ubicados en las localidades fronterizas.
Los migrantes son devueltos por Estados Unidos a México como parte del programa "Remain in Mexico", iniciativa del presidente Trump para que los refugiados esperen fuera de su territorio a que un juez decida sobre su caso. Y su destino es Tapachula, Chiapas, porque ahí, dicen, existen mejores instalaciones y albergues. ¡Sí, como no¡
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