Sismos en la
Ciudad de México:
Historia y avances para hacerles frente.
Por Victoria Carrasco S.
En la antigüedad, el ser humano, al no poseer conocimientos técnicos-científicos que explicaran los fenómenos naturales, acudía al imaginario colectivo y creaban respuestas respecto a lo que observaban que acontecía en la naturaleza y a través de mitos o leyendas daban una explicación sobre el origen de las diferentes manifestaciones de la naturaleza.
Por ejemplo, en el pensamiento náhuatl, se creía que cada era estaba regida por un sol y que nuestra era, gobernada por el "quinto sol" iba a terminar por hambruna, violencia y por un gran terremoto1… Los Chibcha, de Colombia, decían que el dios Chibchacum cargaba la Tierra sobre sus hombros y cuando se cansaba se pasaba el planeta de un hombro al otro ocasionando los temblores (al igual que el titán Atlas griego). Y en territorio centroamericano, se pensaba que los dioses que sostenían la tierra, cuando veían que ésta estaba sobrepoblada, la agitaban para retirar el exceso de personas. En el Japón antiguo, se mencionaba a un enorme pez llamado Namazu, que era controlado por el dios Daimyojin que, cuando se movía esta enorme bestia, con los golpes de su cola agitaba la Tierra. En el continente africano, en Mozambique, se pensaba que la Tierra era igual que un ser humano que en ocasiones, tiene fiebre y escalofríos… y estos movimientos son los que sentimos cuando la madre tierra está enferma. Y en territorio de Oceanía, en Nueva Zelanda se creía que la Madre Tierra tenía un bebé en su interior (el dios Ru) y cuando éste pateaba o se estiraba causaba los temblores.
Para los antiguos griegos, era el dios Poseidón, dios de los océanos, que cuando se encontraba malhumorado, golpeaba el suelo con su tridente, causando terremotos y otras calamidades, convirtiéndose así también en la deidad que regía a los terremotos; y estos atributos también fueron asimilados por la antigua deidad de la cultura romana conocida como Neptuno. 2
Dejando a un lado la mitología y por ser un fenómeno natural tan constante y de gran impacto; se desarrolló un gran interés científico para explicar y comprender los movimientos telúricos; y esto se remonta a tiempos milenarios; siendo las primeras explicaciones sobre sus verdaderas causas las de los filósofos presocráticos griegos Tales de Mileto (585 a.C.), Anaxímenes de Mileto (550 a.C.), y también, por el filósofo estagirita Aristóteles (340 a.C.). Además de los estudios en la antigua China, con Zhang Heng, perteneciente a la dinastía Han; quien en el año 132 a. C. diseñó el primer sismógrafo conocido.
Pero, no fue hasta 1912 cuando Alfred Wegner postuló la teoría de la deriva continental, la cual se refiere a que existía un súper continente que después se fraccionó, como hoy en día lo conocemos, y este siempre está en movimiento. En 1761, John Michell fue quien determinó que los terremotos eran ondas de movimiento causadas por «masas de roca que se mueven millas por debajo de la superficie» de la Tierra; y en 1857, Robert Mallet fundó la sismología instrumental y llevó a cabo experimentos sismológicos utilizando explosivos, también fue el responsable de acuñar la palabra "sismología" (seismology). Ya en 1960, se desarrolló la teoría de tectónica de placas, una teoría unificadora de conceptos en Ciencias de la Tierra que permitió comprender la causa de los terremotos al ubicarlos dentro de un contexto tectónico3.
De acuerdo a los avances científicos y a estudios especializados, podemos afirmar que un sismo o terremoto (conforme a su intensidad) es la vibración de la Tierra producida por una rápida liberación de energía a causa del deslizamiento de la corteza terrestre a lo largo de una falla. La energía liberada, se propaga rápidamente en todas las direcciones desde su origen que se conoce como epicentro (o foco) en forma de ondas, para comprender mejor esto, basta con imaginar las ondas producidas cuando se lanza una piedra en un estanque o cae una gota de lluvia en este. Al igual que el impacto de la piedra o de la gota de lluvia, se produce un movimiento de ondas en el agua del estanque, el sismo o terremoto también produce ondas sísmicas que se propagan rápidamente en la tierra. Aunque la energía liberada por la "ruptura" (las ondas) se disipa rápidamente al alejarse del foco, es posible registrar el movimiento en cualquier punto de la Tierra por medio de aparatos suficientemente sensibles.
Los expertos aseguran que anualmente se producen a través del mundo más de 300.000 sismos perceptibles aunque por suerte muchos de estos temblores generan pocos o ningún daño: sólo alrededor de 75 sismos registrados cada año son realmente significativos4.
Los avances en los estudios sismológicos en México.
En Francia, el primero de abril de 1904 se reunieron 18 naciones, México entre ellas; con la finalidad de conformar la Asociación Sismológica Internacional y avanzar en el mejoramiento de la instrumentación sísmica a nivel mundial. Por ello, el 5 de septiembre de 1910, el gobierno mexicano decretó la fundación del Servicio Sismológico Nacional (SSN). En ese momento, el SSN quedó bajo el cargo del Instituto Geológico Nacional dependiente de la Secretaría de Minería y Fomento; pero a partir de 1992, con apoyo presupuestal de la Secretaría de Gobernación y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se inició la modernización de la Red Sismológica Nacional con la instalación de equipos de nueva tecnología. Así, nació la red de Observatorios Sismológicos de Banda Ancha; actualmente conocido como el Servicio Sismológico Nacional (SSN) que cuenta con 22 observatorios sísmicos en todo el país y tiene planeado aumentar la red a 33 observatorios. 5
La ciudad de México, por su origen lacustre y con presencia volcánica, resulta ser una zona de alta sismicidad; y en ella ocurren cotidianamente numerosos microsismos que son monitoreados incesantemente; sin embargo, como lo menciona la página del servicio geológico mexicano:
"Los sismos se originan en el interior de la tierra y se propaga por ella en todas direcciones en forma de ondas. Son de corta duración e intensidad variable y son producidos a consecuencia de la liberación repentina de energía. Paradójicamente, poseen un aspecto positivo que es el de proporcionarnos información sobre el interior de nuestro planeta. Actualmente, gracias a la técnica conocida como tomografía sismológica o sísmica, se conoce con gran detalle el interior de nuestro planeta."6
Y por esta razón, es gracias a que ocurren una gran cantidad de microsismos y sismos, que la sismología ha avanzado; si bien, no al nivel de poder predecir los terremotos, si se han logrado avances importantes como el mapa realizado por especialistas del Centro de Geociencias de la UNAM (CGeo), que permite conocer la ubicación de las principales fracturas que afectan la infraestructura de la ciudad de México, información en extremo valiosa, para la planeación de la reconstrucción de esta gran urbe luego del terremoto del pasado 19 de septiembre de 2017. Dora Carreón Freyre, investigadora de la UNAM y colaboradora del Centro de Evaluación de Riesgo Geológico (CERG) de la delegación Iztapalapa, dijo que: "Esta labor ha permitido identificar la vulnerabilidad física del suelo de Ciudad de México (susceptible a fracturarse) y estimar la fragilidad social en zonas de fracturamiento, pues este problema afecta de diferente manera a la población, dependiendo del nivel socioeconómico. Ya que hay gente que dedica una parte importante de sus ingresos para levantar una barda o construir un cuarto, así que su resiliencia ante una contingencia es distinta a la de personas económicamente más estables"7, detalló la investigadora.
Los sismos nunca dejarán de manifestarse y mucho menos en la Ciudad de México; por lo que lo único que nos queda a todos sus habitantes (y lo mismo se aplica para todo el mundo), es estar preparados para cualquier contingencia sísmica; y asimismo, saber cómo reaccionar durante y después de un sismo o terremoto, pero también, es de suma importancia, que sepamos dónde y cómo construir para evitar catástrofes como en los grandes terremotos sufridos en nuestra ciudad; por ello debemos estar bien informados sobre los avances que la ciencia y las instituciones encargadas, nos aportan para evitar desastres mayores.
NOTAS:
1. https://masdemx.com/2016/08/el-quinto-sol-azteca-y-el-fin-del-mundo-segun-la-cosmogonica-mexica/
2. https://prensadigitalup.wordpress.com/2012/03/28/el-mito-de-los-temblores/
3. https://es.wikipedia.org/wiki/Historia_de_la_sismolog%C3%ADa
4. https://rsn.ucr.ac.cr/documentos/educativos/sismologia/3669-que-es-un-sismo
5. http://www.ssn.unam.mx/acerca-de/historia/
6. https://www.gob.mx/sgm/es/articulos/sismos-causas-caracteristicas-e-impactos?idiom=es
7. http://www.gaceta.unam.mx/20171016/mapea-la-unam-fracturas-en-el-suelo-de-cdmx/
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