Agosto 14/19
LÍDERES POLÍTICOS
Jesús Belmont Vázquez
Reglas claras
*Controlar programa para "ninis"
*Evitar el clientelismo electoral
Congreso de la Unión.- Al igual que las leyes, normas y reglamentos, todo programa de gobierno es perfectible. Tal es el caso del programa estrella de la administración federal Jóvenes Construyendo el Futuro, que pretende becar a 2.3 millones de jóvenes que no estudian ni trabajan y que en su arranque muestra ya tintes de corrupción en diversas modalidades.
Si bien la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, dijo que se trata de 50 casos aislados, habrá que recordar que el presidente López Obrador echó abajo el programa de Estancias Infantiles por supuestos casos de corrupción que, por cierto, nunca demostró.
El citado programa debe ser objeto de cambios estructurales, sobre todo aquellos que tienen que ver con la aplicación de reglas claras de operación y mecanismos de control y evaluación, así como que en realidad sea enfocado a los sectores más vulnerables de la población.
A los vicios detectados en el programa como cobro de cuotas o "moches" y uso de empresas fantasma, se le debe agregar que tiene una visión de corto plazo, dado que la capacitación es de un año como máximo y no está vinculada con las habilidades laborales de los becarios.
Además, para becar a 2.3 millones de jóvenes durante 12 meses son necesarios 99 mil 360 millones de pesos, pero solamente cuenta con un presupuesto de 40 mil millones de pesos.
Dicho monto permite becar solamente a 925 mil 926 jóvenes por ese período, lo que representa 40 por ciento de la población objetivo del programa.
Los estados con mayor número de participantes son Chiapas, Tabasco, Veracruz, Estado de México, Guerrero, Michoacán y Ciudad de México, mientras que las de menor registro son Baja California, Baja California Sur, Nuevo León, Aguascalientes, Sonora, Coahuila y Colima.
Pero hay otro dato. Según el Consejo Nacional de Población (CONAPO), la población potencial del programa podría ser mayor que la prevista, ya que para este año se calcula un total de 25.8 millones de personas de 18 a 29 años, de los cuales el 22 por ciento (5.7 millones), sería potencialmente la cifra de aquellos que no estudian ni trabajan, o sea los llamados "ninis".
Jóvenes Construyendo el Futuro debe articularse con otras políticas y acciones de gobierno, sobre todo, con capacidad técnica, servicios de mediación laboral, de cuidado de niños y niñas, para atender problemáticas que requieren atención especializada y que garanticen la transparencia y se evite sobre todo el clientelismo electoral.
El programa, según el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), tiene una visión de corto plazo, dado que la capacitación puede ser máximo de un año y no está necesariamente vinculada con las habilidades de los becarios. Además, los lineamientos del programa no plantean una estrategia de seguimiento. Esta desarticulación podría provocar que al término de la capacitación vuelvan a la inactividad.
Igualmente, el colectivo Jóvenes con Trabajo Digno, que agrupa a más de 30 organizaciones de la sociedad civil, menciona algunas fallas del multicitado programa que deben corregirse.
El organismo acudirá a la Secretaría del Trabajo y a la Cámara de Diputados para que dentro del Presupuesto de Egresos 2020, se contemplen disposiciones para que el programa cuente con reglas de operación y en ellas se defina que llegue a jóvenes con mayores condiciones de vulnerabilidad y rezago.
De la misma manera, propondrá que se mejore el enfoque de inclusión hacia las mujeres, porque representan el porcentaje de mayor objetivo y quienes enfrentan grandes barreras.
Como mencionamos líneas arriba, el programa presenta señales de corrupción que obligan a una revisión de su funcionamiento, de tal forma que cumpla con su objetivo, independientemente de si estamos o no de acuerdo en que se regale dinero en vez de impulsar la cultura del esfuerzo y el trabajo mediante la creación de fuentes de empleo.
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