Por Pedro F. Tello García.
El domingo 11 de agosto del año en curso, se llevaron a cabo elecciones primarias en Argentina con el objeto de determinar las candidaturas oficiales para la presidencia de ese país, donde se obtuvieron los siguientes resultados: 47.37% para el candidato de izquierda Alberto Fernández, (que lleva en su papeleta a Cristina Fernández de Kirchner como vicepresidenta); 32.30% para el candidato de derecha Mauricio Macri quien pretende reelegirse como presidente.
Conforme a lo anterior, el candidato de izquierda obtuvo más de 15 puntos de ventaja y de repetirse esta tendencia de voto en las elecciones generales del 27 de octubre, la alianza Fernández-Fernández será el nuevo presidente de Argentina sin necesidad de ir a una segunda vuelta. Ya que en estas elecciones participaron 33 millones de argentinos y como los partidos no presentaron rivales internos, fue fácil definir los nombres de los candidatos presidenciales.
Sin embargo la pregunta principal es ¿Por qué los argentinos votaron por la opción de izquierda en lugar de darle continuidad al gobierno de Mauricio Macri?
Si analizamos las votaciones del 1° de julio de 2018 en México, los comicios presidenciales favorecieron al entonces candidato de izquierda Andrés Manuel López Obrador (AMLO), derivado principalmente del hartazgo, de la corrupción de los políticos de derecha, además de que el electorado mexicano exigía un cambio de modelo económico en las urnas, el cual fue prometido por AMLO.
En el caso argentino se ve la misma situación, ya que en los meses previos a la elección, se han presentado diversas y multitudinarias manifestaciones en contra de las políticas económicas de Mauricio Macri en Argentina, que han generado un aumento en las tarifas de energía eléctrica, transporte, gas, etc. de hasta de un 700%; desempleo descontrolado y la devaluación del peso argentino que ocasionó la llamada crisis cambiaria en Argentina del 2018, que propiciaron el derrumbe del valor del peso argentino, el aumento del riesgo país al segundo más alto del mundo y de las tasas de interés, ubicándose como las más altas del mundo.
Todo esto contribuye a que Argentina registre la tercera inflación más alta del mundo.
Como se puede ver, el panorama económico de Argentina con Mauricio Macri al frente, no es el que quieren los argentinos para el próximo periodo presidencial de cuatro años, además de las acusaciones de corrupción contra la familia Macri que fueron denunciadas en el escándalo de lavado de dinero en los Panamá Papers.
Las reacciones a la votación.
No está por demás mencionar, que los mercados financieros reaccionaron con pánico al conocer el resultado de las elecciones argentinas con una devaluación del 25% de su moneda frente al dólar, pese a una subida de los tipos de interés hasta el 74%, y la caída de los valores bursátiles hasta un 60% (la sesión cerró con una caída del 37,9%).
Por lo que el peso argentino continuó con su caída el martes, llegando a los 58 pesos argentinos por dólar americano, el punto más alto desde que Macri asumió el poder en el 2015.
La derecha argentina atribuye el nerviosismo de los mercados a las políticas sociales de la izquierda argentina (lo cual también sucedió en México al siguiente día de haber sido electo AMLO), ya que el Mercado accionario mexicano cerro el día de las elecciones al 47,404 puntos, mientras que el siguiente día cerró con 46,648 puntos lo cual representaba una baja de 2.5%.
El presidente argentino Macri después de conocer los resultados de las elecciones, aceptó su derrota y señaló que el candidato Fernández debía asumir su parte de responsabilidad a la hora de tranquilizar a los mercados y señaló: "Hoy hemos tenido una mala elección"
Por su parte Alberto Fernández declaró: "No venimos a reinstaurar un régimen, venimos a darles un horizonte mejor a los argentinos".
Es importante recalcar que esta fue una elección primaria y para poder elegir el próximo presidente en Argentina, se tienen que llevar a cabo las elecciones generales el 27 de octubre de este año; sin embargo los 15 puntos porcentuales de ventaja que tiene el candidato peronista Alberto Fernández, no es muy factible que pueda ser revertida en dos meses y medio, por lo cual es casi un hecho que regrese el gobierno kichnerista, que ahora deberá trabajar de manera muy ardua para revertir los problemas que dejan las decisiones de Macri en materia económica, incluyendo el préstamo contratado con el Fondo Monetario Internacional.
Por otra parte, se puede esperar que los próximos meses sean muy difíciles, ya que algunos sectores argentinos ya han perdido respeto por Mauricio Macri, (tal y como sucedió en México con los últimos meses de la presidencia de Peña Nieto) lo cual hará muy difícil la gobernanza en ese país.
Por su parte Axel Kicillof, quien fuera ministro de Economía durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner y prácticamente nuevo gobernador de Buenos Aires, pidió a Macri que transmita un mensaje de sosiego y que actúe "con mucha responsabilidad de acá a diciembre".
Sin embargo, la inflación sigue cercana al 50% anual y los economistas prevén un nuevo desplome del peso en los próximos días.
El virtual triunfo de Fernández también va implicar un cambio en la situación legal de Cristina Fernández de Kirchner, ya que al ser compañera de fórmula como vicepresidenta tendrá fuero y podrá arreglar de manera más simple las acusaciones legales que ha enfrentado durante estos cuatro años de mandato de Macri.
Aunque la moneda está en el aire y aún faltan dos meses y medio para las elecciones presidenciales de Argentina, es casi un hecho que regresa la izquierda al gobierno a través de la figura de Alberto Fernández, a menos que, intervengan factores externos extraordinarios.
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