En la Mira
Gabriel Zendejas
¿"El Felipillo" vs Colombianos?
La Prensa Miércoles 15 de noviembre de 2017 en Columnistas
Gabriel Zendejas
En pasadas entregas de Tras la Pista… dimos a conocer el ingreso gradual a territorio azteca de más de mil 800 toneladas de cocaína de Colombia de alta calidad, que ya provocó estragos. Pandillas del crimen organizado que aún operan en el oriente de la Ciudad de México, y la zona conurbada con el Estado de México, intentan convertir esta región en punto de acopio y distribución de esta droga.
El ataque, las operaciones encubiertas, y los intensos "apretones" que asesta el grupo de elite conformado por la DEA, la Marina Armada de México y la Delegación Metropolitana de la PGR en estas zonas han originado el efecto "cucaracha" de varios hampones que "corren" a refugiarse a otras demarcaciones para que desde ahí comiencen a delinquir.
Informes de inteligencia filtrados a este espacio de LA PRENSA, revelaron que actualmente "El Felipillo", hijo de Felipe de Jesús Pérez Luna "El Ojos", abatido durante un enfrentamiento con la Marina Armada de México el pasado 20 de julio, sigue operando, y ya reactivó los cientos de mototaxis que se encargan del narcomenudeo.
Todo volvió a la normalidad en Tláhuac, siguen las actividades en las narcotienditas, pero no todo es dicha y felicidad para "El Felipillo", la presencia de células de colombianos es cada vez más común por las calles, y según los informantes, tienen la intención de adueñarse de ese territorio. Situación por la cual en los próximos días podría intensificarse la violencia entre ambos grupos antagónicos, precisaron los informes.
En días pasados ya se registraron hechos violentos contra familiares de "El Ojos" como Gerardo Paredes Estrada, quien se dijo sería su yerno, y fue baleado en Santiago Fernández y Adolfo Unda, Colonia la Conchita, Delegación Tláhuac.
Por otra parte, y luego de intensos trabajos que realiza el jefe regional de la PGR, maestro José Alzati, y su equipo respecto a las propiedades incautadas a "El Ojos", ya le fueron devueltas cuatro importantes inmuebles a sus dueños originales, y que habían sido robadas o entregadas como pago de rescate por secuestros.
Trascendió que aquella fatídica tarde del 23 de noviembre de 2004, cuando más de 300 oriundos quemaron vivos a tres elementos de la PFP, los cuales estaban en funciones investigado actividades de narcomenudeo, dicho atentado habría sido ordenado por "El Ojos". Tras azuzar a "La Güera", la turba enardecida argumentó que las víctimas fotografiaban a los niños de una escuela para posteriormente raptarlos.
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