En la Mira…
Gabriel Zendejas
11-May-2017
¡Fuera Tumo, clamor mundial…!
Muy probablemente, y nos sumamos a los que apuestan en favor de la pronta destitución del presidente Donald Trump, se lleve acabo envuelta en una masa de escándalo tras escándalo que destaca sobre todo la incapacidad visible, palpable y ofensiva para los estadounidenses, y el resto del mundo esa incapacidad para gobernar al país más poderoso del mundo.
Porque el despido abrupto, y grosero del jefe del FBI, James Comey organismo allá si autónomo, lo acusó por su entraña relación con Rusia.
Al respecto, y justo al momento en que se escriben estas líneas, la crítica por la hasta ahora sorpresiva orden del desprestigiado presidente norteamericano en su país, y el mundo, no se entiende, y si en cambio despertó la más grave sospecha en el Senado a fin de que James Comey entregue la investigación hasta ahora secreta sobre el que jugo Estados Unidos con Rusia en favor de Putin.
Según la versión oficial según la cual Trumpñ destituyó a Comey por recomendación de su fiscal general, Jeff Sessions, y del vicefiscal, Rod Rosenstein. Estos justificaron el despido por el manejo que Comey le dio, antes de las elecciones, a la investigación contra Hilari Clinton por usar un servidor privado en sus comunicaciones oficiales, cuando fue secretaria de Estado de Barack Obama.
Rosenstein, confirmado en el cargo por el Senado hace dos semanas, argumentó que Comey usurpó en julio las funciones del fiscal al hacer pública la investigación sobre los correos de Hillary, y también por su "desprecio" por la candidata demócrata al enviar una carta al Senado en la que anunció –en la recta final de la campaña– la reapertura de ese caso.
Eso, en plata blanca, equivale a decir que Trump echó a Comey porque había sido demasiado duro con Clinton.
Pero se necesita ser muy ingenuo para pensar que Rosenstein actuó por su cuenta o que la verdadera razón para sacar a Comey fue la manera como trató a la candidata demócrata.
Por el contrario, hoy es claro que justamente la carta que el director del FBI le envió al Senado una semana antes de las elecciones dinamitó la campaña de Clinton, a menos de diez días de los comicios, y fue un factor clave en la victoria de Trump.
Con base en los resultados de dicha investigación, se desprenda una acción inmediata, y si se dice inmediata allá tiene un significado, aquí en México no significa lo mismo.
Porque en nuestro país, no pasa nada. Cuando Jorge Moreira, o los Moreira gozan de cabal salud, y libertad. La señora de Javier Duarte, Karime Macías está libre. Y qué decir de el gobernador de Nayarit, actual propietario de mil caballos. Y lo que ocurrirá con las próximas elecciones en el Estado de México.
Esto también pasa cuando el torpe, racista, y xenófobo presidente de La Casa Blanca hace olas con la inusitada visita del canciller ruso, y la programada visita del embajador de ese país.
Claro esto correspondería a un lenguaje normal a la soberanía que unos exigen a toda voz la salida inmediata de Trump, que resalta el odio, y sus ganas de hacer la guerra a como dé lugar.
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