LÍDERES POLÍTICOS
Jesús Belmont Vázquez
Reservas naturales
*Chimalapas y Montes Azules, riqueza natural
*Agenda gubernamental por la biodiversidad
Recientemente México fue anfitrión de la XIII Conferencia de Naciones Unidas sobre Biodiversidad (COP13), donde impulsó una agenda ambientalista para involucrar a sectores económicos que dependen de la biodiversidad, como el turismo, el pesquero, el agrícola y el forestal, pero que también generan fuertes presiones sobre los ecosistemas.
El compromiso del Gobierno federal con la agenda de integración de la biodiversidad para el bienestar marcó un hito para la gestión ambiental de México.
En estos momentos, existen por decreto casi 65 millones de hectáreas de Áreas Naturales Protegidas, con lo cual creció en un 300 por ciento la proporción de territorio mexicano bajo protección que se había decretado desde la época de Venustiano Carranza.
En este contexto, no menos importantes son los acuerdos para la conservación de la Selva Lacandona en Chiapas.
El Gobierno federal viene implementando una serie de medidas que aseguren la protección de la selva, y al mismo tiempo ofrecen una vida digna a las comunidades, cerca de 70 núcleos agrarios que habitan alrededor de la Reserva de la Biósfera de Montes Azules.
Las cifras oficiales señalan que Montes Azules es el área que contiene la mayor diversidad biológica del país; representa apenas 0.16 por ciento de la superficie del territorio y cuenta con 20 por ciento de las especies de plantas, 25 por ciento de las aves, 27 por ciento de los mamíferos y 17 por ciento de los peces de agua dulce.
Para protegerla, se debe garantizar que la región esté libre de exploraciones o explotaciones de hidrocarburos o mineras.
Sin embargo, estas prometedoras acciones resultan insuficientes si no se ofrece una fuente de ingreso a las comunidades que dependen de actividades que generan deforestación, como la ganadería extensiva o la quema para la siembra.
Por eso resulta fundamental la promesa de mantener el Pago por Servicios Ambientales y promover modelos productivos sustentables.
La importancia histórica de estos acuerdos es que diversas dependencias del Gobierno federal y gobiernos locales como es el caso del estado de Chiapas, trabajan de manera coordinada para contar con un esquema de protección de este invaluable ecosistema que vaya de la mano con el desarrollo de las comunidades.
Otra de las reservas naturales de gran importancia que tiene México se encuentra en el estado de Oaxaca, y colinda con Chiapas, y es la zona de los Chimalapas, la cual debe declararse una zona de conservación y de cuidado de los recursos naturales.
Durante la visita que hiciera el presidente Peña Nieto a la Reserva de la Biósfera de Montes Azules en Chiapas, se analizaron alternativas de conservación que involucran incluso el compromiso de los comuneros para la preservación de estas zona de reserva.
Las acciones a implementar por parte de la Federación van encaminadas a inyectarle más recursos con políticas eficientes en la conservación, al tiempo de destacar la importancia de la reserva ecológica que tiene el estado.
Si vemos la Reserva de los Chimalapas y la Reserva de la Biósfera de Montes Azules, con todo lo que implica, estaríamos hablando de más del 70 o casi el 80 por ciento de los recursos naturales sin perturbación que tiene el país.
Algo que no podemos negar es que en Chiapas se viene trabajando para contribuir en la protección del medio ambiente y el ecosistema.
Podemos afirmar que es una de las pocas entidades del país que hace frente a esta problemática mediante leyes que frenen los procesos de deterioro ambiental en las áreas más vulnerables como la Ley para la Adaptación y Mitigación ante el Cambio Climático.
Los esfuerzos de la administración estatal en este tema son palpables, como lo demuestra la integración de la Primera Red de Universidades del Estado ante el Cambio Climático, que tiene como objetivo que todas las universidades incluyan el tema del cambio climático en sus ejes de estudio, planeando y ejecutando acciones en pro del medio ambiente.
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