Villahermosa, Tab..- El gobernador Arturo Núñez Jiménez reconoció un mandato claroscuro con avances y logros trascedentes, pero con problemas y desafíos relevantes, sin triunfalismo, desánimo o actitudes fatalistas.
Al rendir su cuarto informe de gobierno, el mandatario perredista que en 2012 echó del poder a más de 80 años de gobiernos priistas, destacó que Tabasco enfrenta los estragos causados por la excesiva dependencia del petróleo, como ocurrió en el siglo pasado con la crisis del plátano, el llamado oro verde.
Coloquialmente, dijo, "nos ha llovido sobre mojado", y citó como ejemplo la quiebra de muchas agroindustrias emblemáticas en la entidad, entre ellas, la Unión Ganadera Regional de Tabasco (UGRT), Unión Nacional de Productores de Cacao (UNPC), Unión Regional de Productores de Pimienta (URPP) y Oleaginosas del Sureste, productora de aceite de coco.
Reseñó que a la disminución de las participaciones fiscales para Tabasco a partir de 2007 por nuevas reglas de distribución, se sumó el desplome en la recaudación federal que impidieron nuevos ingresos y ahora la caída de la producción y precios del petróleo.
La crisis de los hidrocarburos, añadió, ha impactado a todas las entidades del país, pero más severamente a estados petroleros como Tabasco, en tal medida que el estado ocupa primer lugar en desempleo con tasa del 8%, el doble del país, por la contracción de las inversiones de Pemex y de las empresas que le trabajan.
"No se requiere de mucho conocimiento sociológico para entender que ante el desempleo generalizado y la falta de expectativas, surjan conductas antisociales que dañan gravemente nuestra convivencia colectiva", manifestó en alusión a la creciente delincuencia.
Convocó a consumar la hazaña de reconstruir la economía no petrolera del estado, teniendo como prioridades la agroindustria y el turismo, y que para ello, resaltó, los tabasqueños no están solo, pues cuentan con el apoyo del presidente Enrique Peña Nieto, quien en mayo pasado anunció un Programa de Reactivación Económica y Desarrollo Productivo para Tabasco y Campeche y la creación de una Zona Económica Especial en beneficio de ambos estados, en una estrategia de desarrollo regional para dejar atrás los rezagos del sur-sureste ante otras regiones del país.
Ante el secretario de Educación, Aurelio Nuño, que asistió en representación de presidente Peña Nieto, así como del jefe de gobierno de la Ciudad de México y los gobernadores de Campeche, Morelos, Yucatán, Quintana Roo, Michoacán y el electo de Veracruz, Miguel Ángel Yunes, el mandatario tabasqueño valoró el esfuerzo del gobierno federal pero reiteró que han resultado insuficientes "ante la crítica situación que enfrentamos".
"Es por ello que hemos insistido en la necesidad de dar un tratamiento diferenciado a la entidad con recursos presupuestales durante 2017, aun considerando los estrechos márgenes de maniobra disponibles", manifestó.
Asimismo, destacó el saneamiento de las finanzas públicas y niveles bajos de endeudamiento, de tal modo que Fitch Ratings ratificó la calificación de la calidad crediticia del Estado en A+ (mex) con perspectiva de estable.
Informó que se han pagado 44 millones 48 mil 442 pesos de la deuda adquirida en julio del año 2006 (último año de gobierno del ahora diputado local, Manuel Andrade Díaz), con lo que se dejó de afectar como comprometido el 2% de las participaciones federales.
Adicionalmente a la deuda bancaria, que explicó, asciende a 6 mil 246 millones 307 mil 363 pesos, de los cuales, sólo 450 millones corresponden a su gobierno, la administración priista de Andrés Granier Melo dejó documentos por pagar por 2 mil 320 millones 400 mil pesos, relativos a adeudos con proveedores de bienes y servicios, contratistas y otros rubros.
Durante 2013, añadió Núñez, se amortizaron parcialmente estos pasivos, teniendo un saldo por pagar al 31 de diciembre de ese mismo año de 1 mil 518 millones 300 mil pesos.
Para el ejercicio fiscal 2016, con la aprobación del Congreso del Estado, se presupuestaron 500 millones de pesos para cubrir parte de esos adeudos y a la fecha se han suscrito 274 convenios de finiquito, de los cuales se han pagado 264 al 31 de octubre por un monto de 486 millones, debiéndose liquidar los 14 restantes antes del concluir el año.
"Al reducir pasivos, mi gobierno mejora la situación financiera del Estado, a la vez que contribuye, en la medida de nuestra disponibilidad presupuestal, a reactivar la economía de aquellas empresas a las que irresponsablemente se les quedó a deber al cierre de la administración anterior", subrayó.
Por su lado, el titular de Educación, Aurelio Nuño, reconoció el impulso que Arturo Núñez está dando a la reforma educativa en Tabasco.
"Se está haciendo un gran trabajo en la materia y avanza con gran profundidad y orden. Por ello mi felicitación a él, dejo todo mi reconocimiento al señor gobernador", expresó.
Dijo que en Tabasco los maestros y maestras se están evaluando, las escuelas al CIEN avanzan y se mejora la infraestructura educativa.
Al evento del cuarto informe, realizado al mediodía en el Centro de Convenciones, acudieron los exgobernadores tabasqueños, Enrique González Pedrero, Manuel Gurría Ordóñez, Enrique Priego Oropeza y Víctor Manuel Barceló Rodriguez.
También la lideresa nacional del PRD y dirigente del PT, Alejandra Barrales y Alberto Anaya, así como el presidente de la Cámara de Diputados Federal, Jesús Zambrano.
Además, Porfirio Muñoz Ledo, el panista Diego Fernández de Ceballos, Amalia García, Agustín Basave, la diputada federal del PRI, Georgina Trujillo, senadores y diputados federales del PRD.
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