Los últimos doce años, mi trabajo me ha llevado y traído a lo largo de la frontera entre México y Estados Unidos.
He visto cómo ambos países han dado pasos hacia adelante, y algunas veces hacia atrás, constantemente tratando de unir a las comunidades desde los estados sureños de México, hasta el norte de Canadá. Me queda claro que como americanos, vivimos en la región más dinámica del mundo, pero aún tenemos que capitalizar por completo lo que se puede lograr si trabajamos juntos.
Los profundos lazos entre los tres países se remontan a décadas atrás, pero los cambios recientes presentan una oportunidad para crear una cooperación aún más fuerte. Las reformas ambiciosas y de gran alcance de México (especialmente en sus industrias energéticas y de telecomunicaciones) dan paso a una integración regional más profunda, algo imposible hace más de medio siglo. Nuevas tecnologías e innovaciones en nuestros sectores energéticos están desatando la producción a lo largo del continente, haciéndonos—Estados Unidos y Norte América—cada vez más seguros en materia energética.
Recientemente, el Council on Foreign Relations (CFR) publicó un reporte sobre Norte América, presidido por el General David Petraeus y el Embajador Robert Zoellick. El reporte captura de manera concisa la promesa de Norte América como una fuerza motriz global, resaltando sus casi 500 millones de habitantes, un cuarto de PIB mundial, tres democracias estables, y sectores privados innovadores. Insta a los legisladores de E.U.A. a construir sobre esta base continental cuando generen políticas tanto en casa como de alcance global.
Para aceptar esta clase de acercamiento en Norte América debemos trabajar juntos en varios temas. Económicamente, requerirá derribar las barreras comerciales que aún existen, tales como las divergencias regulatorias, el complicado papeleo burocrático, y una infraestructura deficiente. Mientras tanto, en los tres sectores energéticos, se necesitará elaborar una estrategia norteamericana que prepare el marco para una integración de infraestructura más fluida y estándares medioambientales y de seguridad compartidos.
Esta estrategia también requiere un movimiento más libre de las personas y una fuerza laboral norteamericana flexible. Para lograr esto, el Equipo de Trabajo del CFR apoya una reforma migratoria exhaustiva en Estados Unidos y sugiere vías para trabajadores técnicos y especializados. Al mismo tiempo, apoya una cooperación regional más profunda. Para objetivos comunes—el trabajar juntos, comenta el reporte, será el camino más efectivo hacia adelante.
Mi estado natal de Texas está bien posicionado en mucho de esto, como estado fronterizo, un centro regional de negocios, una pieza clave en términos de energía, y hogar de millones de mexicanos (y más de unos cuantos canadienses). Pero los lazos de Norte América se extienden más allá de las fronteras, y tanto éxitos como fracasos se darán lugar en el corazón de los tres países.
Esto no quiere decir que fortalecer los lazos regionales será fácil. Las historias de desconfianza, de búsqueda de intereses particulares, y altas y bajas en la opinión pública y política han complicado una mayor cooperación. Norte América también ha sufrido de su propio éxito. La relativa paz y estabilidad de la región (siendo la excepción la inseguridad de México), muchas veces lo han relegado políticamente, ya que los estallidos mundiales captan la atención inmediata de nuestros líderes.
Sin duda somos tres países independientes con diferentes historias, sistemas políticos, y sociedades. Aun así, los tres están bien posicionados globalmente, especialmente en relación con China y otros poderes emergentes; nuestra base continental en común es una de las mejores ventajas competitivas. Norte América debería servir como el punto de lanzamiento de Estados Unidos durante las próximas décadas. Es mediante el trabajo en conjunto que lograremos más que lo que podrían conseguir cada uno por separado.
Es el momento de construir sobre la estrategia de Norte América del Equipo de Trabajo del CFR—a lo que yo describiría como un cambio crítico y necesario en nuestra mentalidad. Es tiempo de adoptar una visión de la región con miras al futuro, y moverla al primer lugar en la agenda de nuestros líderes.
Mientras llegamos al cierre del año y vemos hacia el 2015, espero que sigan conectados conmigo a través de Twitter,Facebooky LinkedIn para comentar sobre las últimas noticias, investigación y actualizaciones de México y la región.
Y, si puedo ser de ayuda a ustedes o sus colegas, por favor no duden en llamar o escribirme.
Sinceramente,
Antonio Garza
El Council on Foreign Relations,a través de un grupo de trabajo independiente,recientemente publicó el informe América del Norte: El Momento de Un Nuevo Enfoque. Está disponible en línea tanto en inglés como en español.
LatinFinance reconoció a dos asuntos de White & Case en sus reconocimientos de infraestructura financiera. Entre los premiados se encuentra un proyecto de bonos de perforación petrolera en mar abierto. Pueden conocer más sobre los premios y los proyectos reconocidos aquí.
US News & World Report y Best Lawyer acaban de nombrar varias áreas de práctica de White & Case como Tier 51 en el ranking de "Mejor Despacho", incluyendo a los grupos de White & Case en Derecho Energético, Comercio Internacional y Derecho Financiero, Derecho en Fusiones y Adquisiciones y Derecho de Proyectos Financieros.
Mis colegas en la oficina de la Ciudad de México de White & Case, Sean Goldstein y Hernán González Estrada, resaltan las reformas y la razones que han contribuido a un mercado mexicano maduro para la inversión. Pueden conocer sus puntos de vista en línea aquí y aquí.
Recientemente escribí una columna junto con el Senador Pete Domenici y el Ex Subsecretario del Departamento de Energía, Raymond Orbach, en la que enfatizamos la necesidad de una colaboración más fuerte entre México y Estados Unidos para una capitalización de la perforación de gas y petróleo en mar abierto. Pueden leer nuestro punto de vista en inglés aquí.
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