La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) realiza el monitoreo de lobos marinos en el Archipiélago Espíritu Santo, municipio de La Paz, Baja California Sur, a fin de implementar el rescate de ejemplares enredados en mallas de cazadores furtivos.
Personal de la Profepa en el estado acudió a la lobera en la zona conocida como "Los Islotes", perteneciente al Área Natural Protegida del Parque Nacional Archipiélago Espíritu Santo, donde observaron a una cría de un año de edad y a una hembra adulta con redes de pesca alrededor de su cuello.
Detalló que tanto la cría como la adulta se apostaban en piedras salidas del mar, por lo que los especialistas de la Profepa colocaron redes bajo el agua para ser atrapadas y desenmallarlas, pero no fue posible la contención física de los ejemplares de vida silvestre ante el oleaje y la rápida huida de estos animales.
Ante ello, la Profepa aseguró que los funcionarios federales de esta procuraduría y de la Conanp mantendrán el operativo de rescate de ambos mamíferos marinos, toda vez que el riesgo de que permanezcan mucho tiempo con las redes o mallas alrededor de sus cuerpos o cuellos, pueden causarles la muerte.
Las redes de pesca que se encuentran alrededor del cuello de los lobos marinos cercenan a estos ejemplares, ocasionándoles heridas de gravedad, por su delgadez y por el tipo de material de que están hechas, porque hacen la función de un cuchillo, explicó.
Refirió que algunos de los lobos marinos están en la etapa de crecimiento o desarrollo principal, por lo que "la red oprime el cuello y corta las fascias musculares, venas y arterias; presiona la tráquea y esófago, lo que origina asfixia e inanición".
Explicó que en ciertas ocasiones llegan a degollar al animal ante el crecimiento del cuello en un término no mayor de tres meses.
FGR.
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