México registró en noviembre un déficit en sus finanzas públicas de 33,208 millones de pesos, respecto al mismo mes del año anterior, informó la Secretaría de Hacienda.
En su reporte mensual sobre la situación de las Finanzas Públicas del país dijo que en dicho periodo los ingresos tributarios no petroleros ascendieron a 1 billón 296.3 mil millones de pesos, cifra superior en 4.9% en términos reales a los registrados en enero-noviembre del año anterior.
En los primeros once meses de 2011, la recaudación del IEPS, ISR-IETUIDE e IVA aumentó en 10.1, 7.6 y 1.5% real, respectivamente.
Los ingresos petroleros (que comprenden los ingresos propios de PEMEX, el IEPS de gasolinas y diesel, los derechos sobre hidrocarburos y el impuesto a los rendimientos petroleros) ascendieron a 997.9 mil millones de pesos, resultado 11.6% mayor al del mismo periodo de 2010.
Lo anterior debido a que en los primero once meses del año, el precio de exportación de la mezcla mexicana fue de 98.4 dpb contra 70.7 dpb del mismo periodo del año anterior; la apreciación real del tipo de cambio de 7.2% que se registró respecto al mismo periodo del año anterior; el mayor valor de las importaciones de petrolíferos por 49.5% real, una menor plataforma de producción por 1.2% y el efecto de la recuperación de recursos del Fondo de Estabilización para la Inversión en Infraestructura de PEMEX en febrero de 2010 por 20.0 mil millones de pesos.
México acumuló un déficit fiscal de 213,091 millones de pesos entre enero y noviembre, 8.4% menor a lo registrado el mismo lapso del año pasado.
Los ingresos presupuestales crecieron un 6.6% entre enero y noviembre gracias a un aumento en las entradas petroleras, que explican una tercera parte del total, favorecidas por un mayor precio del crudo de exportación.
Por su parte, el gasto aumentó un 5.7% en los primeros once meses del año, por la canalización de más recursos a la seguridad social, la educación y vivienda, entre otros rubros, dijo Hacienda.
México espera alcanzar este año un déficit fiscal equivalente al 2.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), menor al 2.8% del 2010, incluyendo la inversión de la petrolera estatal Pemex.
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