La distribución del ingreso empeoró en todo el mundo de 1980 a la fecha, desde los países tradicionalmente más igualitarios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), como Alemania, Dinamarca y Suecia, hasta los más desiguales de esa zona, como MéxicoDESIGUALDAD. "Sin una estratega comprensiva para el crecimiento inclusivo, la desigualdad seguirá creciendo" José Ángel Gurría. Secretario general de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) La brecha entre ricos y pobres alcanzó el nivel más alto de los últimos 30 años en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), entre los que México se sitúa como uno de los más desiguales con ingresos 26 veces superiores para 10% de la población más rica respecto a 10% de la población más pobre. En el reporte Divididos resistimos: ¿Por qué sigue aumentando la desigualdad?, la OCDE dijo que el ingreso promedio de 10% los hogares mexicanos más ricos fue de 228 mil 900 pesos en 2008, 26 veces el ingreso de 10% de los hogares de menores ingresos que en promedio recibieron 8 mil 700 pesos mensuales. Entre miembros de la OCDE en promedio el ingreso de 10% de la población más rica fue casi nueve veces el ingreso de 10% de la más pobre. En los últimos 25 años, los ingresos reales de los hogares crecieron 1.7% para la población más rica, y sólo 0.8% para la más pobre. Julio Boltvinik, académico del Colegio de México, explicó que el escaso crecimiento económico trae consigo empleos precarios, salarios bajos y el aumento de la informalidad en el país, incrementando la pobreza. Ello se suma a políticas fiscales que favorecen a los más ricos y un limitado gasto social como proporción del PIB, ampliando la brecha de ingresos. Para la OCDE, las persistentes pérdidas económicas que sufren los grupos de bajos ingresos por las recesiones ponen de manifiesto la importancia de las transferencias gubernamentales y las políticas bien concebidas de ayuda a los ingresos. En México, las prestaciones sociales en especie constituyen 7% de los ingresos posteriores a la deducción de impuestos, inferior a la media de la OCDE, que es de 12%. Estas prestaciones contribuyen a reducir los niveles de desigualdad sólo en 3% y este impacto no ha variado en años, dijo. Ahondó en que los programas de transferencias condicionadas de la última década como Oportunidades y el Seguro Popular contribuyen a mejorar los resultados escolares y de salud y a disminuir la pobreza, "pero su impacto en el nivel de desigualdad es pequeño, dado el bajo nivel de gasto en relación con el PIB per cápita". México tiene el segundo nivel más elevado de desigualdad de los ingresos en la población activa en la OCDE, justo por debajo de Chile y muy por encima de la media de la zona, dijo. Soluciones globales La OCDE expuso que el empleo es el medio más promisorio de hacer frente a la desigualdad. "El mayor reto consiste en crear más y mejores empleos, que ofrezcan buenas perspectivas profesionales y den a la gente oportunidades reales de superar la pobreza". La OCDE recomendó invertir en capital humano. Añadió que las políticas fiscales y las prestaciones sociales son el instrumento más directo para redistribuir y que "la fracción cada vez mayor del ingreso que perciben los grupos de rentas más altas indica que estas personas tienen ahora una mayor capacidad tributaria", expuso. |
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