Gabriela Calotti (AFP)
PARÍS — Palestina se convirtió este lunes en "Estado miembro" de la UNESCO con el respaldo de más de un centenar de países y pese al rechazo de Estados Unidos, durante una votación nominal en la Conferencia General en París que los palestinos saludaron como un "momento histórico".
"La Conferencia General admite a Palestina como miembro de pleno derecho", anunció la secretaria general de la 36ª Conferencia General de la UNESCO al cabo de una votación con 107 sufragios a favor (casi todos los latinoamericanos, España, Francia y otros europeos), 14 en contra (Estados Unidos e Israel entre otros) y 52 abstenciones, entre éstas México.
"Este es un momento histórico que le devuelve a Palestina algunos de sus derechos", afirmó al término de la votación el ministro palestino de Relaciones Exteriores, Riyad al Malki, que había pedido el apoyo de las delegaciones como "la principal contribución que puedan aportar a la paz".
"Les puedo garantizar que seremos un elemento positivo al servicio de esta organización", afirmó Malki tras agradecer a todos aquellos que apoyaron la iniciativa impulsada por el grupo de países árabes.
El presidente palestino, Mahmud Abas, calificó de "victoria de la justicia", la admisión de Palestina como Estado miembro de la UNESCO.
Ante un auditorio repleto, la directora general de la UNESCO, Irina Bokova, dio la "bienvenida a Palestina" y sostuvo que su admisión es una "marca de respeto y confianza".
"Todo sentimos este momento histórico", aseguró la responsable al cabo de una votación que tuvo lugar en el auditorio principal de la UNESCO, en París, a las 13h locales (12h GMT) y cuyo resultado fue anunciado luego en un comunicado bajo el título: 'La Conferencia General admite a Palestina como Estado Miembro de la UNESCO'.
La mayoría de los países de América Latina respaldaron la iniciativa excepto México, que se abstuvo, y Panamá, que votó en contra. Los palestinos necesitaban dos tercios de los países presentes y votantes para que la iniciativa impulsada por el grupo de países árabes fuera aceptada. A la votación asistieron 173 países.
Inmediatamente después de la votación, el embajador de Estados Unidos ante la UNESCO, David Killion, reiteró la posición de su país al considerar que es "prematura" e insistió el compromiso de su país en la búsqueda de la paz en el conflicto israelo-palestino.
"Hoy es un día triste, cuando una organización decide desconectarse de la realidad", afirmó el embajador israelí ante la UNESCO, Nimrod Barkan, que calificó de "ciencia ficción" la entrada de los palestinos a la UNESCO.
Por su parte, la Casa Blanca consideró que la decisión de la UNESCO es "prematura" y que socava los esfuerzos internacionales de paz. "La votación de hoy en la UNESCO para admitir a la Autoridad Palestina es prematura y socava la meta compartida de la comunidad internacional de una paz abarcativa, justa y duradera en Oriente Medio", dijo el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.
El Gobierno israelí condenó lo que consideró una "maniobra unilateral" palestina que "aleja todavía más la posibilidad de un acuerdo de paz".
El ministro de Exteriores palestino dijo luego a la prensa que no existe "ningún vínculo" entre la adhesión palestina a la UNESCO y las negociaciones de paz.
Al explicar su voto, España lamentó que los europeos no llegaran con una posición común mientras México dijo que "este no es el foro competente para una solución duradera" al conflicto israelo-palestino.
En cambio, Cuba habló de un "momento histórico" y Venezuela le dio la "bienvenida a Palestina". Brasil y Argentina reiteraron su apoyo a la existencia de un Estado palestino.
"La entrada de Palestina eleva la cantidad de Estados miembros de la UNESCO a 195", afirmó la UNESCO al término de la votación, saludada con un cerrado aplauso de los países que apoyaron esta iniciativa que ha sido objeto de intensas presiones por parte de Estados Unidos y de los europeos.
Estados Unidos -que se retiró de la UNESCO en 1984 argumentando que no estaba de acuerdo con la gestión de ese organismo, al que regresó en 2003- advirtió en reiteradas ocasiones que podría cortar su aporte económico a la UNESCO - un 22% del presupuesto bianual-, que asciende a 653 millones de dólares.
La entrada en la UNESCO supone una victoria diplomática de consideración para Palestina en su aspiración de convertirse en Estado soberano en el seno de la ONU, donde el Consejo de Seguridad tiene previsto examinar su candidatura el próximo 11 de noviembre.
Pero allí, la demanda presentada por el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas podría enfrentar un veto de Estados Unidos.
La votación en la UNESCO se produce tras un fin de semana violento en la Franja de Gaza y sus alrededores, donde 12 palestinos murieron en ataques israelíes en campos de entrenamiento y un israelí murió por el disparo de un obús.
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