*Entre el 1 y el 5 agosto, disminuyeron moderadamente 119 millones de dólares, al ascender a 133 mil 893 millones.
* Banco de México se niegan a dar a conocer la forma como están invertidas las reservas internacionales
*El riesgo de volatilidad disminuye en favor del mercado mexicano
A pesar de que México cuenta con reservas internacionales por más de 133 mil 893 mil millones de dólares, y varias líneas de crédito que no ha ejercido con el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, que suman recursos por más de 200 mil millones de dólares, el sistema monetario mexicano ya comenzó a resentir los efectos de la incertidumbre internacional, debido a la amenaza de recesión en Estados Unidos por su enorme déficit presupuestal.
A los largo de las ultimas horas los principales mercados internacionales incluyendo el mercado de dinero en México, resienten los efectos del aumento del techo de deuda de EU que ya alcanza cerca de tres billones de dólares.
Ante esto las reservas internacionales de México, disminuyeron marginalmente, aunque se mantienen cerca del máximo histórico. Y es que de acuerdo con información del Banco de México, entre el 1 y el 5 agosto, disminuyeron moderadamente 119 millones de dólares, al ascender a 133 mil 893 millones.
El comportamiento de las reservas internacionales se explica por la compra de dólares del Gobierno Federal al Banco de México por 68 millones, así como por una disminución de 51 millones por el cambio en la valuación de los activos internacionales y de diversas operaciones del instituto central.
Las reservas internacionales del país acumularon un incremento de 20 mil 296 millones de dólares en el 2011.
Las reservas del país cubren 2.44 veces el monto de billetes y monedas en circulación y representan 4.4 veces las importaciones promedio en el periodo enero a junio del presente año.
Sin embargo, a pesar de las turbulencias económicas mundiales, el Banco de México se niegan a dar a conocer la forma como están invertidas las reservas internacionales. Hasta parece que son de su propiedad y no de la nación, es decir, del pueblo mexicano. En realidad manejan el enorme caudal como si fuera el gasto de su casa, coincidieron en señalar analistas financieros.
En ese sentido, el analista Julio Brito, ha considerado que las reservas internacionales son dinero tirado a la basura —México tiene ahora más de 100 mil millones de dólares— y cuando se trata de un país en desarrollo como éste, "lo considero un verdadero crimen, porque hay millones de conciudadanos muriéndose, con hambre y mientras el que país guarda dinero de manera desesperada"
Señala que no es culpa de ninguna autoridad en específico, sino de un sistema creado por los países ricos, que sí tienen capacidad de ahorro y hacen que todo el mundo siga su ejemplo, cuando en realidad deberían ser otras las reglas de juego para las naciones pobres.
A Estados Unidos, dice, le cae de maravilla que México trasforme los recursos petroleros en millones de dólares, porque es una manera de combatir la inflación y financiar su déficit, pues mientras que por un lado echa a caminar la maquinita de billetes, por el otro México los recoge y los guarda, con la firme atención de tener como premio menores tasas de interés y confianza en el peso.
Señala que la historia nos dice que las reservas sólo sirven para que los políticos y privilegiados empresarios saquen su dinero del país, como el caso de Mario Ruiz Masieu, cuando las autoridades de Estados Unidos le pidieron que explicara el porqué sacaba tanto dinero de México, dijo "porque había inestabilidad política".
En su opinión, las crisis económicas se dan por mal manejo de los gobiernos que gastan más de lo debido. "Cuando eso sucede no hay reservas que sirvan, por eso la propuesta del gobernador del Banco de México, Agustín Carstens es muy inteligente al señalar que sea el Fondo Monetario Internacional una especie de aval para las economías en desarrollo, en el caso de México".
Por ejemplo, pagar anualmente 150 millones de dólares por un crédito potencial de 40 mil millones de dólares es muy razonable. Claro, el FMI tendrá que sugerir medidas en cuanto al manejo de la economía, pero de cualquier manera lo hace cuando el país se convierte en un caos y la corrección es dramática.
Si tenemos un manejo ordenado de las finanzas públicas, el monto de garantía del FMI debería subir. Es como aquel que tiene su tarjeta de crédito y al ser cumplidor se aumenta su monto, en lugar de mandar al refrigerador 100 mil millones de dólares. No se vale en un país tan pobre.
Los beneficios
Banxico espera llegar a 138,000 mdd en reservas acumuladas para fortalecer a México y disminuir el impacto de volatilidad en caso de una nueva turbulencia financiera, señalaron los analistas.
Al cumplir con esta meta "el Banxico lograría mantener un tipo de cambio estable, además de que cuando las tasas de interés se muevan en el mundo, tendría la libertad de aplicar una política monetaria que no trastorne la economía", dijo el economista del Tec de Monterrey Campus Estado de México, José Luis de la Cruz.
Además, propicia la reactivación del mercado interno al impulsar la generación de empleos, elevar la calidad del salario y dar mayor confianza al consumidor, coincidieron los especialistas.
En lo que va del año actual, Banxico ha aumentado en 9,259 mdd las reservas, por lo que los analistas estiman que la meta podría lograse a mediados de 2011 o principios de 2012.
El beneficio directo es que se genera un entorno económico más estable, ya que al mantener un tipo de cambio entre los 12 y 13 pesos por dólar, existe un impacto sobre los precios al consumidor y, finalmente, sobre las tasas de interés para no encarecer los créditos.
En el largo plazo, esto podría generar mayores empleos y de mejor calidad, sobre todo si la entrada de reservas internacionales se da a través de la Inversión Extranjera Directa (IED).
"Por cualquier medio de entrada las reservas internacionales representan un impacto positivo en la economía, pero si vienen de la IED es más positivo, porque se reflejan en la generación de nuevos proyectos y más empleos", dijo el analista de Actinver, Jaime Ascencio.
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