En la segunda mitad del año, algunas ramas de la actividad económica empiezan a mostrar signos de menor velocidad en su ritmo de crecimiento y, si bien eso no las perfila hacia un escenario recesivo, la tendencia que dibuja el cada vez menor ritmo de crecimiento enciende algunas luces de alerta en el sector productivo.
La revisión a la baja en el pronóstico de crecimiento de la economía de Estados Unidos, que pasó de 3.9 a 2.9%, movió en el mismo sentido las expectativas de analistas y representantes de los sectores productivos del país.
La integración de la economía mexicana a la de Estados Unidos, que se aprecia en la sincronización de los movimientos del ciclo de la producción industrial de ese país y el del Producto Interno Bruto de México, anticipa un menor crecimiento en la economía mexicana, la que de acuerdo con las previsiones más recientes podría ubicarse entre 4.8% según Banamex y 3.0 de acuerdo con BBVA Bancomer. El resultado de la encuesta de junio del Banco de México la ubicó en 4.31% y la previsión oficial es de 4.5 por ciento.
La industria manufacturera en México, que genera 18% de la riqueza del país, creció en el primer trimestre del año 7.6%, si bien no es un nivel despreciable el que se ubique por debajo de 10.4% del mismo trimestre del año anterior, da cuenta del proceso de desaceleración y de la menor generación de empleo en el sector formal de la economía.
Analistas consultados por el Banco de México recortaron el pronóstico para el PIB de este año de 4.37 a 4.31%, luego de cinco veces consecutivas de ajustes a la alza en materia económica.
El pronóstico de ese mes para la economía mexicana revela la expectativa de deterioro en el crecimiento en Estados Unidos. Desde la encuesta de marzo, los especialistas comenzaron a rebajar sus previsiones. En esta ocasión el recorte fue de 2.8 a 2.6 por ciento.
Referente a México anticipan, para lo que resta del año, un consumo del sector privado ya no tan dinámico, con una tasa de 4.5% en abril, en vez de 4.6% del mes previo.
Para el 2012 también se ve un menor crecimiento para la economía mexicana, al pasar las estimaciones de 4.18 a 4.14 por ciento.
De ser así, ya no se podrán generar los 625,000 empleos previstos para el 2011. Ahora los expertos calculan que serán 618,000 trabajadores registrados en el IMSS.
Empero, para la inflación hay buenas noticias. Mejoraron las expectativas de cierre de año, de 3.67 a 3.56% y muy ligeramente para el 2012 con 3.73% contra 3.74% de la encuesta pasada.
Por otra parte la debilidad del mercado externo y de la economía mundial se colocaron como los principales obstáculos para el crecimiento del país, de acuerdo con los expertos consultados por Banxico. También mencionaron los problemas de inseguridad pública y la incertidumbre financiera internacional.
En cuarto lugar colocaron la preocupación por la ausencia de cambios estructurales, principalmente la reforma fiscal, la del marco laboral y en el sector energético.
En cuanto a confianza y clima de negocios, la mayoría aún duda que sea el momento ideal de las empresas para invertir, pero prevén que la situación mejorará en los próximos meses.
También esperan menor flujo de Inversión Extranjera Directa. Antes preveían unos 19,753 millones de dólares y hoy esta cifra se redujo a 19,495 millones.
Lo mismo esperan en los capitales que entrarán en el 2012, al reducir el pronóstico de 21,152 millones a 20,667 millones de dólares.
Asimismo no vislumbran presiones sobre el tipo de cambio. El pronóstico de cierre para este 2011 se quedó en 11.89 pesos por dólar.
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