Lino Javier Calderón
De acuerdo con el reporte del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en
inglés), México se ubicó en el sitio 66 de un total de 139 economías
consideradas en el estudio, por lo que el país requiere una mejora continua para
no perder terreno en materia de competitividad frente al resto del mundo, luego
que cayó seis lugares en la clasificación global de competitividad.
En su Informe Global de Competitividad 2010-2011, divulgado hoy, apuntó que
México retrocedió seis sitios desde el lugar número 60 en 2009-2010, lo que
demuestra la necesidad de mejora continua para no perder terreno con respecto al
resto del mundo.
Asimismo señaló que México ha sido uno de los países de la región peor golpeados
por la recesión económica mundial, en gran medida por su estrecha relación con
el ciclo económico de Estados Unidos, incluidos vínculos a través de
financiamiento, comercio y remesas.
No obstante, destacó, en particular gracias a las políticas fiscales
implementadas en las últimas dos décadas, ha mostrado cierto grado de
resistencia frente a las consecuencias perniciosas de la crisis, y ha sido capaz
de estimular su economía con políticas anticíclicas.
En su documento, el WEF mencionó que aunque el Producto Interno Bruto (PIB) de
México se redujo significativamente en 2009 en 6.5 por ciento), se estima que
crecerá en 4,2 por ciento en 2010.
México también tiene importantes fortalezas competitivas, similares a las de
Brasil, como el gran tamaño del mercado disponible para empresas locales, un
sofisticado e innovador sector privado, grupos bien desarrollados y empresas que
operan en todo la cadena de valor.
Pese a estos atributos y la liberalización y medidas adoptadas en los últimos
años para mejorar el clima de negocios y hacer más eficiente a la economía, los
mercados de factor de México siguen siendo rígidos y representan un obstáculo
estructural para las perspectivas de crecimiento del país a largo plazo.
En particular, agregó, el mercado laboral está clasificado en un lugar de 120,
con regulaciones onerosas, altos impuestos sobre nómina y contribuciones
sociales y un uso menos que eficiente del talento.
También advirtió que la confiabilidad y la calidad de las instituciones
mantienen evaluación pobre en el lugar 106, con crecientes preocupaciones de
seguridad entre la comunidad empresarial.
El organismo consideró necesaria además una reforma al sistema educativo, para
impulsar su calidad y satisfacer las necesidades de una economía que se mueve
hacia una etapa más avanzada de desarrollo.
A pesar de que la actual administración ha adoptado o tiene previsto aprobar una
serie de reformas para mejorar la competitividad y abordar muchas de estas
deficiencias, se requiere urgentemente una acción adicional para reforzar los
fundamentos de competitividad de México, subrayó.
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