Lino Javier Calderón
El presidente mexicano, Felipe Calderón, llamó hoy a la población a estar muy atenta a las instrucciones de Protección Civil ante los peligros por más lluvias e inundaciones en el noreste del país.
Condiciones de riesgo para la vida no sólo por las consecuencias del Huracán Alex, sino también debido a la tormenta tropical Bonnie, en las cercanías de Tamaulipas.
Las circunstancias dentro de lo razonable son predecibles por los meteorológicos, pero el pleno impacto de estos fenómenos no se conoce hasta que puede cuantificarse realmente en volúmenes de agua, precipitaciones, cauces de los ríos, niveles de las presas, observó el mandatario.
Nuestra prioridad es proteger la integridad física de las familias, reiteró el mandatario luego de recibir información sobre las medidas para minimizar los estragos en la Cuenca del Río Bravo por el aumento de los caudales y la saturación de presas.
En el caso de Nuevo León y Coahuila, el Ejecutivo federal decidió la inmediata liberación de recursos para enfrentar las emergencias, aunque todavía resultan suficientes para cubrir las necesidades, indicó el mandatario que también reconoció lentitud en el auxilio por trámites burocráticos.
La misma norma de autorizar fondos por desastres se seguirá con Coahuila y otros estados de la República que puedan sufrir una afectación, aseguró el gobernante.
No podemos impedir que se presenten fenómenos naturales de esta naturaleza, cada vez más nocivos por el cambio climático a nivel global; pero sí podemos trabajar coordinados en labores preventivas, de auxilio y luego en las tareas de reconstrucción y reparación, indicó.
Calderón presidió una reunión para evaluar los daños de la tormenta tropical Alex, en Matamoros, Tamaulipas, y luego se trasladó hacia el vecino Nuevo León a fin de realizar un análisis similar.
Sólo en Coahuila hay unas 80 mil personas damnificadas por pérdida total o parcial de sus viviendas, y en Nuevo León, diversas localidades muestran los estragos a causa de Alex, ello incluye carreras, puentes, acueductos, redes eléctricas y numerosos inmuebles.
Además, con la apertura de las compuertas de presas como La Amistad, La Fragua y Venustiano Carranza, varias zonas del noroeste del país, en Nuevo León y Coahuila, están bajo las aguas.
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