Lino Javier Calderón
Las cuentas externas de México con el mundo se encuentran sanas, sostuvo la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en el Informe Semanal de su Vocería.
Destaca que los resultados de la cuenta corriente en el primer trimestre del año, que son un síntoma de la recuperación económica, se encuentran plenamente respaldados por los favorables montos de inversión productiva que el extranjero realiza en México.
Para la dependencia, el país se encuentra en una fase de recuperación del ciclo económico y el dinamismo que se ha observado en algunos sectores en el corto plazo resulta, por lo menos, alentador.
Por ello, argumenta, es oportuno revisar el comportamiento de todas las transacciones que hacemos los mexicanos con el resto del mundo, las cuales se contabilizan en la balanza de pagos.
Es natural que en periodos de crisis el comercio internacional, reflejado en la capacidad de consumo de los agentes, tienda a expandirse a un menor ritmo o incluso a disminuir, por ello en la reciente crisis, el menor dinamismo en el intercambio de bienes y servicios no fue la excepción.
Así, el comercio de los mexicanos con el exterior se redujo en un principio, para luego mostrar signos de recuperación. Esto se reflejó en una contracción trimestral anual del comercio de 22.8 por ciento en promedio durante 2009, tras el incremento de 8.3 por ciento en promedio cada trimestre de manera anual en 2008.
Sin embargo, el comercio total con el mundo en el presente año se ha venido expandiendo a una tasa trimestral anual de 20.1 por ciento en promedio.
Según el Banco de México (Banxico), la cuenta corriente registró un déficit de 765 millones de dólares durante el primer trimestre de 2010, lo que contrasta con el déficit de mil 328 millones del mismo periodo del año pasado.
El mayor dinamismo de la economía mundial y, en particular de la producción industrial de Estados Unidos, se ha reflejado en una trayectoria muy favorable de las exportaciones, especialmente las manufactureras.
Por su parte, las importaciones mostraron también una recuperación, derivada del desempeño de las exportaciones de productos manufactureros y de una modesta recuperación del gasto interno.
En la medida en que la recuperación, a través del ingreso y el empleo, vaya consolidándose debemos esperar que el déficit de la cuenta corriente se incremente, anticipa la dependencia.
Al contrario de lo que se piensa, aclara, un déficit en la cuenta corriente sí es un signo favorable, toda vez que las importaciones son la vía por la cual las personas se benefician del comercio internacional, al estar en condiciones de comprar en el exterior mercancías más baratas o que no se producen en el mercado doméstico.
La contraparte de la cuenta corriente es la cuenta de capital, donde se contabiliza principalmente la inversión.
En el primer trimestre, la economía recibió un flujo de Inversión Extranjera Directa (IED) por cuatro mil 333 millones de dólares, 8.5 por ciento más que el recibido en igual lapso de 2009.
Esto, junto con entradas en el mercado de dinero por cinco mil 398 millones de dólares, originó un superávit en la cuenta de capital por siete mil 611 millones, recursos más que suficientes para cubrir el déficit de la cuenta corriente de 765 millones en los primeros tres meses, destaca.
Dado que el monto del superávit en la cuenta de capital es mucho mayor al monto del déficit de la cuenta corriente, los recursos sobrantes se fueron a la reserva internacional neta del Banxico, la cual se elevó cuatro mil 845 millones de dólares en el primer trimestre de 2010.
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